Hertz, empresa de alquiler de coches, propone cinco destinos en España para Semana Santa con la intención de complacer tanto a los amantes de las tradiciones religiosas que inundan muchos rincones de España en esta época, como a los que busquen un lugar donde relajarse y desconectar de la rutina.
Para viajes con amigos, en familia o en pareja, la empresa global de alquiler de vehículos ofrece multitud de opciones, desde un SUV o todoterreno para recorrer el entorno rural o puertos de montaña, hasta un vehículo familiar de siete plazas, pasando por un coche de alta gama o un descapotable. Estos vehículos se pueden recoger en cualquiera de las más de 70 oficinas con las que cuenta Hertz en ciudades, aeropuertos y estaciones de tren de toda España.
Costa Brava
Si lo que de verdad estás buscando es desconectar al máximo y huir de las celebraciones religiosas, recorrer en coche las carreteras de esta región gerundense para visitar sus pueblos más pintorescos es la mejor elección. La escarpada costa da lugar a poblaciones escondidas entre acantilados frente al Mediterráneo, todas ellas repletas de encanto. Calas recónditas rodeadas de vegetación, como las de Montjoi o Rustella en Roses; vestigios históricos como la muralla medieval y el castillo de Tossa de Mar; pueblos blancos de pescadores como Calella de Palafrugell; o localidades impregnadas por el legado del genial Salvador Dalí como Cadaqués. Sin duda, volverás a casa con las pilas cargadas gracias a la luz del Mediterráneo.
La Rioja Alavesa
Los amantes del vino tienen en esta zona una opción de lo más apetecible. Recorrer sus pueblos empedrados y algunas de sus bodegas más emblemáticas, disfrutando a su vez de la excelente gastronomía de la zona, hará que consigas la desconexión total. Laguardia, con sus angostas calles y sus viejas murallas, es una de las localidades medievales que bien merecen una parada. Muy cerca de ella se encuentran las bodegas Ysios, diseñadas por el afamado Santiago Calatrava. Sinónimo de la arquitectura de vanguardia vitivinícola, su ubicación a las faldas de la Sierra de Cantabria y su sorprendente diseño dejan boquiabierto al visitante. Lo mismo pasa con las bodegas de Marqués de Riscal, diseñadas por el reconocido arquitecto Frank O. Ghery y ubicadas en la localidad de Elciego. Además de degustar los excelentes caldos de la zona, es imprescindible acompañarlos de su rica oferta gastronómica, mezcla de las tradiciones culinarias riojana y vasca.
Cádiz
Playas infinitas, buena comida y relax absoluto. Sin duda alguna, la provincia de Cádiz es una opción excelente para una escapada en Semana Santa. Tanto si se quiere asistir a las tradicionales procesiones que se celebran en la zona, como si lo que se persigue es pasear por sus playas de arena fina, recorrer la provincia de Cádiz en coche es garantía de desconexión. Playas como la de La Barrosa en Chiclana de la Frontera, las de Bolonia o Valdevaqueros en Tarifa, o la de Santa Catalina en el Puerto de Santa María, harán que no quieras volver a la rutina. Y si el tiempo no acompaña, siempre queda la opción de deleitarse con la excelente gastronomía que inunda la provincia. No puedes irte de aquí sin probar las tortillitas de camarones, las papas con chocos o el cazón en adobo, por nombrar sólo algunos platos.
Ávila
Tierra de cantos y de santos. Sí, Ávila es sinónimo de tradición religiosa y patrimonio artístico, pero también destaca por su excelente gastronomía y su provincia plagada de enclaves en los que disfrutar de la naturaleza. En Semana Santa, la capital ofrece un marco incomparable para acudir a las numerosas procesiones que se celebran por sus calles, con las murallas y otros monumentos como telón de fondo. En la provincia, zonas como la sierra de Gredos o el Valle del Tiétar ofrecen infinidad de actividades para los amantes de la naturaleza, como senderismo, rutas a caballo, parapente o rafting. Eso sí, la visita a tierras abulenses es imprescindible acompañarla por alguno de los excelentes platos típicos de esta zona, como las patatas revolconas, los judiones de El Barco de Ávila o el chuletón de ternera avileña.
Pirineo Aragonés
Si eres amante de la montaña en invierno, escaparte a cualquier rincón del Pirineo Aragonés es garantía de éxito. Con un todoterreno o un SUV podrás recorrer con total seguridad las sinuosas carreteras que te llevarán a disfrutar de la naturaleza en estado puro. Practicar el esquí alpino o el snowboard en estaciones como las de Formigal o Cerler, o el esquí de fondo y raquetas de nieve en los espacios del Balneario de Panticosa o Llanos del Hospital, son dos opciones más que apetecibles para los amantes de los deportes de invierno. Para los menos activos, la mejor alternativa es visitar pueblos de postal como Panticosa, Sallent de Gállego, Benasque o Lanuza. Allí, además de deleitarse con paisajes de montaña increíbles, se puede disfrutar de una excelente gastronomía en la que es imprescindible probar las migas a la pastora y el ternasco de Aragón, todo ello regado con un buen vino de Somontano.