El próximo 16 de marzo dará comienzo la séptima edición del Festival de Cine Africano (LAFF) en la ciudad egipcia de Luxor. Se proyectarán piezas audiovisuales filmadas y producidas en países del continente, dirigidas por directores africanos y que hayan tratado temas sobre el territorio durante 2017. El evento servirá para proyectar el atractivo turístico de Luxor, además de para internacionalizar el cine africano.
Organizado por la Fundación Independiente Shabab desde su primera edición, este festival surgió con el objetivo de atraer multitud de películas africanas que no encontraban otros canales de exposición. También se buscó descentralizar la agenda cultural del país, puesto que habitualmente este tipo de eventos suelen celebrar en Alejandría o El Cairo.
En esta edición del festival se exhibirán un total de 31 largometrajes y 20 cortometrajes, que se visualizarán desde el 16 hasta el 22 de marzo en las salas de la ciudad de Luxor. El festival cuenta con cuatro categorías: largometrajes, documentales, cortometrajes y una sección especial titulada “Películas de Liberación”, centrada en aquellos films tanto africanos como internacionales que traten temas relacionados con África.
El cine africano cuenta con un gran número de producciones audiovisuales al año, más numerosas que las producidas por el cine europeo, por increíble que resulte. Sin embargo, los problemas de financiación y la falta de recursos para exportar la mayoría de sus títulos hacen que el resto del globo no pueda acceder con facilidad al arte y las historias que generan. Por todo ello, eventos como el LAFF son fundamentales para el avance de esta prometedora industria cinematográfica.
Luxor, el lugar elegido
La ciudad que acoge el evento es para muchos el mayor museo artístico al aire libre del mundo. Ubicada en el Alto Egipto, la que fuera capital del Antiguo Egipto hacia el año 2050 a.C. cuenta con multitud de monumentos y lugares de interés arqueológico. Luxor alberga el Templo de Ramsés II, con más de 7.000 metros cuadrados de paredes decoradas con relieves que ilustran la vida del faraón, y ofrece a los turistas planes muy variados de ocio en torno al Nilo, siendo el paseo en la clásica faluca uno de los más demandados.
Su ubicación al sur del país otorga a Luxor una enorme ventaja geográfica en comparación con otras ciudades egipcias. La vida tranquila que se percibe en sus calles está condicionada por su población, menos numerosa que en los núcleos de El Cairo y Alejandría.
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