Así lo ha definido su autor y director, Pablo Remón, durante la presentación de la obra en las salas de El Pavón-Teatro Kamikaze.
En pocas palabras ‘El tratamiento’ es una comedia sobre el mundo del cine, a la vez que una reflexión sobre el paso del tiempo y la voluntad de conjurarlo mediante la ficción. Guionistas frustrados. Directores alcoholizados. Productores al borde de un ataque de nervios. El mundo del cine en su caótico esplendor.
Desde el día 14 de marzo al 8 de abril.
Con Bárbara Lennie, Ana Alonso, Francesco Carril, Francisco Reyes y Emilio Tomé.
Así que ‘El tratamiento’ es un juego teatral, en el que su autor se pregunta: ¿qué sentido tiene seguir contando historias? En estos tiempos en los que la ficción nos tiene saturados y parece invadirlo todo con redes sociales, series televisivas, películas… y en los que, en algún momento, como dice Pablo Remón hay que ponerse a dieta de esa ficción para no acabar sin saber diferenciar lo que es realidad…
La pieza teatral consta de tres actos, como tres son las acepciones de la palabra ‘tratamiento’…
Los tres actos: El futuro del cine español. El hundimiento del Titanic. Y Postales desde el mar Egeo.
Las tres acepciones: Cinematográficamente es el resumen secuenciado de una posible película. Conjunto de medios que se emplean para curar o aliviar una enfermedad. Modo de trabajar ciertas materias para su transformación.
Cinco actores interpretando a veinte personajes pasando por distintos tiempos y espacios…
Los recuerdos y la ficción se entrelazan, se funden y se confunden. Y todo se puede resumir en una frase del escritor James Salter: “llega un día en que adviertes que todo es un sueño, y solo las cosas conservadas por escrito tienen alguna posibilidad de ser reales”.
O como dijo nuestro Calderón de la Barca: “Que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son”…
Lo que prefieran…
Nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira…
El hombre siempre ha dudado de su realidad…
Si (
No(
