En el norte de la isla Viti Levu (Islas Fiji) se sitúa el valle de Yaqara y en este lugar, bajo una selva tropical, en lo que fue un antiguo volcán extinto, se encuentra el acuífero subterráneo del que se extrae el Agua FIJI. Este sistema protector y enriquecedor natural garantiza que la fuente del agua (acuífero) sea pura, ya que no está expuesta a la lluvia ácida o a otros contaminantes ambientales del exterior. 
El Agua FIJI es un agua artesiana, ya que se genera a partir de la lluvia que durante cientos de años se ha ido filtrando por las rocas minerales. Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA), el agua artesiana es más pura ya que ha sido filtrada de manera natural y no tiene contacto con contaminantes del exterior.
A medida que el agua de lluvia se filtra por las diferentes capas de roca, arena, arcilla y tierra va adquiriendo una serie de minerales, en este caso, la composición de la roca volcánica de Fiji es diferente a la que se encuentra en otros lugares del mundo porque es rica en sílice coloidal, elemento que hace que el Agua FIJI adquiera un sabor característico. Al final de este proceso de filtración y enriquecimiento natural, el agua se acumula en el acuífero y aquí permanece hasta que se embotella. Una de las principales características del Agua FIGI, es que no tiene contacto con el ser humano hasta que el consumidor final abre la botella.
La planta de embotellamiento cuenta con la tecnología más puntera y se diseñó para proteger la pureza del agua durante todos los pasos del proceso de producción.
De hecho, fue construida directamente sobre el acuífero, donde un sistema de surtido sellado extrae el agua de la cámara que se encuentra protegida y la embotella.
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