Julio Bocca vuelve a Madrid dirigiendo al Ballet Nacional Sodre de Uruguay…
En los Teatros del Canal presenta dos programas, el clásico “Coppelia” (hasta el 1 de enero) y el contemporáneo “Una velada con Duato y Kylián” (del 4 al 8 de ese mismo mes)…
Julio Bocca, argentino, nació en Buenos Aires allá por 1967…
Como bailarín, ha sido uno de los grandes del ballet a nivel mundial, con éxitos en los teatros de Nueva York, Londres, Milán, París, Moscú y Madrid…
Dejó de bailar en 2007, tras una actuación pública y gratuita en Buenos Aires en el mes de diciembre…
Bocca llegó para dirigir al Ballet Nacional Sodre de Uruguay en 2010
Actualmente es el director artístico del Ballet Nacional Sodre de Uruguay, cargo que asumió en 2010 para revitalizar al citado elenco y dotarlo de nivel internacional…
Julio Bocca llegó al Ballet Nacional Sodre de Uruguay…
…Y cuando lo cogí, no voy a decir que no me dio miedo, pero también era un desafío y también esa necesidad que tuve en toda mi carrera de que los bailarines en Sudamérica tuvieran la posibilidad de estar trabajando en su hogar… recuerdo que cuando dejé de bailar, me desconecté totalmente de la danza porque lo necesitaba pero fui a ver un ballet, en el Teatro Colón, en Argentina, y a la semana, cuando solo quedaba una función ver que salía la publicidad… esa cosa burocrática, estancada y pensaba tienen un ballet que tiene una historia y como no se preocupan… a mi me hizo pensar en la posibilidad de poder ayudar, de poder transmitir y dije “tengo un nombre, voy a aprovecharlo para poder conseguir cosas en algo que me gusta y que para mí es cultura” y en este caso la danza es para todos los igual… Así que coger el Sodre fue un desafío y como fui muy claro en la entrada, en cuanto fui con el ballet, me senté con los bailarines y les expliqué mi forma de trabajo y lo que se iba a hacer… fui muy claro de entrada, y eso también me dio un voto de confianza…
Siempre preocupado por la compañía y por los bailarines…
…Recuerdo una de las primeras cosas que me dijo uno de los bailarines es que estaban cansados de que los directores llegasen y dijesen que iban a hacer y luego no hacían nada… conmigo les dije que iba a ser diferente y lo fue, pero soy una persona que voy a tocar la puerta hasta que me atiendan y que me digan no o sí, no voy a estar esperando a que vengan a buscarme, voy a hacer lo que hice ir a buscar y en cuanto me dieron alguna posibilidad entonces empecé a tomar contacto, a hacer una programación ya había armado 2011 y ya tenía todo como más o menos armado, y luego empecé a hablar con empresas para conseguir sponsor porque el ballet, el Gobierno lo que hace es mantener el edificio y pagar los gastos, la parte principal, después lo que son producciones, la gira, todo es venta de entradas y sponsor, una mezcla de lo que es público y privado, así que es salir a las puertas y golpear… cuando empecé la palabra Sodre, la institución, era una mala palabra, estaba mal vista, nadie quería saber nada con eso porque sabían los problemas que eso generaba, y tenía que explicar que esta vez iba a ser distinta, que habría financiación privada, otra forma de manejo y hay gente que se arriesgo y ahora… hay que seguir tocando las puertas todos los años, pero eso no es problema porque voy y lo hago y cuando vas viendo que te van abriendo puertas y vas viendo la respuesta del público, que la obra se llenó, la otra se llenó, ha habido como un crecimiento y también lo que se representaba cada vez tenía mejor calidad y estaba mejor presentado, el público también confió…
Y consiguió que el Ballet Nacional SODRE llegase a alcanzar los éxitos, que hasta ese momento parecían habérsele negado y los aficionados aumentan y responden…
…Nosotros empezamos un espectáculo y se pone a la venta el otro espectáculo, y así la gente que va al teatro tiene la posibilidad de compra para el siguiente… antes no se sacaba con anticipación y pensé que era el momento de probar y ahora estrenamos obras con las entradas agotadas, y ya la gente sabe y sabe que a las ocho se cierran las puertas y el que esté fuera se queda fuera… al comienzo tenía 400 personas afuera y ahora a las ocho están todos sentados y para alguno que llega tarde fuera está el televisor, pero ya saben que el espectáculo de ballet empieza a un horario y que no se va a dejar entrar y eso hace confianza con el público de calidad y de respeto, se respeta al que llega temprano, se respeta a los artistas que se preparan para empezar a su hora, poco a poco fue cambiando el público y ahora es maravilloso, a veces tenemos la sala llena y tenemos que esperar para empezar a la hora, y eso es muy lindo porque eso quiere decir que el público respeta nuestro trabajo…
“De verdad que no echo de menos bailar. Sigo amando la danza y procuro dar lo mejor de mí dirigiendo”
En 1986, Mijail Baryshnikov lo convoca para que entre como primer bailarín del American Ballet Theatre, lo que le lleva a seguir como director la línea…
…En cuanto a logística y programación, formato de trabajo… sigo un sistema parecido… pero luego hay que acomodarlo a un sistema más latino, a mi me gusta que en la compañía haya personalidades, es lindo ver cuando todo el cuerpo de baile baila muy parejo y cada vez que vienen de diferentes países, de diferentes escuelas pero se logra que bailen uniforme, no vas a encontrar una compañía como el American Ballet de ahora o como el Kirov que son todos largos de dos metros, de piernas largas… no… te vas a encontrar como somos los latinos, diferentes, pero el trabajo que se ve cuando el cuerpo de baile es uno pero al mismo tiempo que es ese uno tener 20 personas con su personalidad, y son cosas que trabajamos y tratamos de mantenerlas porque es lo que nos va a hacer diferentes a las otras compañías…
Ya han pasado nueve años desde que Julio Bocca se retiró como bailarín, aunque su figura sigue siendo prácticamente la misma… pero ¿echa de menos esa faceta?
De momento estoy muy bien donde estoy, tranquilo, como bailarín la verdad siempre agradezco y tengo recuerdos maravillosos de todas mis épocas, cosas buenas y malas y feliz con la carrera que hice como la terminé, como pude disfrutar de todo y al mismo tiempo tener la posibilidad de conocer a mucha gente y muchos maestros, grandes artistas y compartir con toda esa gente que me alimentó para ahora ir transmitiendo a la gente joven toda esa experiencia.
Cuando tuve que tomar la decisión, que la hice con tiempo, no fue de un día para el otro, pude elaborarla con tiempo y también tuve la suerte y la cabeza de poder ir cerrando cada obra, cada paso que hice para que el último no fuera tan duro.
De verdad no extraño bailar, me siento muy bien como estoy, no voy a negar que escucho una música especial y me den ganas de moverme o de salir, pero es un momento nada más, sigo amando la danza, respetándola y tratando siempre de dar lo mejor y transmitir eso a la gente joven para que traten de dar siempre lo máximo… y así estoy bien, lo que estoy haciendo me gusta, me gusta dirigir… me gusta dar órdenes… (se ríe)… y lo disfruto mucho la verdad, en el momento que estoy, es lindo ver cuando se levanta el telón y cuando se cierra y la respuesta de la gente y ver que eso que está pasando también uno es parte de eso, no estoy en el escenario pero si parte de mí está…
Está en España, dónde muchos aficionados se siguen acordando de él… ¿existe la posibilidad de que en un futuro dirija el Ballet Nacional?
De la propuesta para dirigir otro ballet… no sé… yo nunca digo no, nunca digo nunca, pero en este momento estoy muy bien donde estoy, y estamos en ese proceso de reestructuración de la compañía en el cual tratar de que los bailarines se sientan parte de esa compañía, que son la compañía, no es mi compañía, es la compañía de ellos, pero para un futuro… la verdad no sé, estoy muy bien ahora y quiero disfrutar de ese momento. Venimos ahora a España, donde se me quiere y se me respeta y eso es lo que siempre devolví, arriba del escenario y ahora como director, siempre ese cariño siempre respeto y a ver como van a responder y espero que les guste, y si esta vez no les gusta, que la próxima sí… hay una amistad con España de muchos años y siempre me ha abierto las puertas y me ha recibido con los brazos abiertos desde el comienzo en mi primera función en el Santander, en el Festival para sustituir a Barisnikov, que fue como… una cosa muy fuerte y una responsabilidad muy grande, que lástima que no se haga más el festival allí… pero tengo el cariño y muchos amigos aquí en España, así que feliz de estar de nuevo y que vean como uno sigue progresando y que vean lo que hago por la danza para que nos sigan respetando y respetando nuestro trabajo que es difícil, duro, corto… pero que no se termina esto…
“Lo único que pido como director artístico es tener libertad”
En algún momento se habló de una oferta en Buenos Aires… y sus condiciones para elegir una compañía…
Tener la libertad para poder elegir, como director artístico de una compañía tener esa libertad, a veces cuando vas a estos grandes teatros siempre hay un director artístico general o en el caso del Sodre, hay un consejo, la presidenta y la vicepresidenta y una consejera que, a veces, pueden limitarte en tus decisiones, entonces esa libertad es una parte fundamental y después en nuestro caso es tener la seguridad de tener un coreógrafo, un maestro o los bailarines y que se les pague puntualmente… muchas cosas que sé que no pasaban y tener esa libertad de decir de acá en 2017 o 2018 ya tengo programado tal y se va a hacer esta función y poder firmar el contrato y tener un adelante por el coreógrafo, por los expositores y no estar dando vueltas que siempre se llega en el último momento, creo que eso es importante para cuando uno está dirigiendo… la compañía tiene un presupuesto que me va marcar, pero tengo la libertad de decir este año puedo hacer esta obra, pero esta me sale más cara y la cambio por otra que es menos y tener la posibilidad de barajar sin bajar la calidad y la experiencia, y al mismo tiempo lo que pasó en el Sodre, es poder recuperar escenarios, vestuarios, que estaban perdidos… y ver como año a año en los aspectos técnicos se fue mejorando… en la calidad del vestuario, la rapidez… tener esa libertad…
Pero en concreto en Argentina…
…No me ofrecieron la dirección, eso fue este año pero no fue un ofrecimiento oficial, fue como una averiguación que hicieron para ver si estaba dispuesto… Personalmente si quieren asesoramiento y colaborar, lo voy a hacer porque quiero ver a la compañía del Teatro Colón en su esplendor, pero ir a dirigir no. Ahora estoy muy bien en Uruguay y estoy muy bien en el Sodre y contento de cómo va la compañía donde estoy entrenando y van entendiendo lo que quiero y lo que se necesita día a día… estoy aprendiendo a entender a los jóvenes, me cuesta pero trato de entender su visión, y creo que lo que se está haciendo es maravilloso y es lindo ver como, por ejemplo, ahora como salieron las funciones en el Liceo, ver que las funciones van todas en el mismo nivel y no que una sube y otra baja…
Podría dirigir dos ballets a la vez y hacer doblete…
No, sé que hay directores que tienen dos compañías que dirigen, pero no lo veo, tienes que estar todo el tiempo, es muy difícil, y más en compañías que están luchando para seguir, porque si aflojas un poquito enseguida se desarma todo y uno tiene que estar ahí presente…
En definitiva, lo que Julio Bocca pretende es demostrar que en Latinoamérica se pueden hacer ballets de calidad, de excelencia y prolongadamente y en eso está…