Posiblemente sea uno de los destinos más remotos y enigmáticos del planeta; pertenece a Chile, pero desde su capital, Santiago, el vuelo dura casi cinco horas. La Isla de Pascua se encuentra aislada en medio del Océano Pacífico, entre Sudamérica y Tahití, aunque en realidad tiene mucho más que ver con Polinesia que con América del Sur.
Cuatro días son suficientes para conocer esta pequeña isla, de tan sólo 180 kilómetros cuadrados y con una población no superior a 5.000 habitantes, que se concentran en su principal localidad, Hanga Roa.
Los moais de la Isla de Pascua, constituyen la expresión más importante del arte escultórico Rapa Nui
Se trata de un lugar con solo dos carreteras, calles sin nombre, poco masificado por el turismo donde es difícil perderse. La Isla de Pascua es un lugar para descubrir una cultura desconocida, asombrarse con sus enigmáticos restos arqueológicos, subir a sus volcanes, bucear en aguas cristalinas, y aunque no es un destino de playa, disfrutar de los paisajes idílicos y paradisiacos de Anakena.
Rapa Nui, su nombre de origen tahitiano con el que también se conoce a la isla, ha conservado una cultura ancestral, repleta de mitos y leyendas que han perdurado hasta el día de hoy. Sus bailes, su música tradicional; sus fiestas, su lengua y, sobre todo, sus famosos moais, las gigantescas estatuas de piedra, que son posiblemente uno de los principales atractivos turísticos de este maravilloso lugar.
El nombre de Isla de Pascua fue dado por Jakob Roggenveen, un navegante holandés que descubrió esta tierra el 5 de abril de 1722, durante un viaje de exploración en Oceanía, y dado que era viernes de Pascua de Resurrección, la llamó “Paaschen Eyland”, nombre que luego fue traducido literalmente a otros idiomas y es el que ha perdurado sobre los demás.
Desde 1888, año en que el marinero chileno, Policarpo Toro, tomó posesión de la isla en nombre del Gobierno de Chile, pertenece a este país.
La historia de Rapa Nui, se remonta al siglo V d.C. cuando un grupo de navegantes polinesios llegó a sus costas con el rey Hatu Matu a la cabeza, y desembarcaron en la playa de Anakena, la única playa propiamente dicha de la isla.
Moverse por la isla es muy sencillo, ya que por el tamaño y forma de la isla, es muy difícil perderse
Estas primeras tribus que se asentaron en Rapa Nui, honraban a sus ancestros construyendo enormes figuras de piedra que colocaban mirando a sus aldeas, los Moai Aringa Roa (rostro vivo de los ancestros) o “moáis”, sobre unas plataformas sagradas de piedras, los Ahus.
Gigantes de piedra
Los moais de la Isla de Pascua, constituyen la expresión más importante del arte escultórico Rapa Nui, y se han convertido en su seña de identidad más importante. No obstante, a pesar de su fama mundial y la multitud de estudios realizados sobre ellos, todavía quedan muchas preguntas sin resolver en torno a estos gigantes de piedra, que fueron levantados por los Rapa Nui para representar a sus ancestros, gobernantes o antepasados importantes, que después de muertos tenían la capacidad de extender su “mana” o poder espiritual sobre la tribu, para protegerla. Los reyes poseían este poder de manera innata; otros podían adquirirlo en el transcurso de sus vidas, pero para ello tenía que realizar una serie de hazañas extraordinarias, y estaban obligados a demostrarlo constantemente para no perderlo.
Se han registrado unos 900 moai en la Isla de Pascua, de los cuales, unos cuatrocientos se encuentran en la cantera de Rano Raraku. La altura media de los moai es de unos 4,5 metros y el peso estándar unas 5 toneladas.
El de mayor tamaño, se encuentra en esta cantera de Rano Raraku, y es una imagen de 21,65 m, conocida como Te Tokanga, que habría llegado a pesar más de doscientas toneladas. Curiosamente, existen 58 moais con un extraño tocado de color rojo sobre la cabeza que reciben el nombre de pukaos, tienen forma cilíndrica y están hechos de escoria roja procedente de la cantera de Puna Pau, un pequeño volcán próximo a Hanga Roa. Se cree que representa el pelo amarrado en un moño y teñido de ocre, tal como era la costumbre polinésica y que aún puede observarse.
El estereotipo del moai es de forma rectangular, y destaca por la mayor proporción de la cabeza respecto del tronco, con una nariz alargada en donde las aletas se detallan con finos espirales, boca de labios finos de expresión despectiva, orejas con largos lóbulos, en los que a veces se aprecian aros cilíndricos. El mentón tiene un borde pronunciado, que a veces termina en una pequeña barba.
Con el tiempo la estructura sociopolítica de las tribus se fue haciendo cada vez más compleja y a su vez la isla se quedó sin recursos y deforestada. Comenzaron las revueltas y el pueblo se alzó contra sus dirigentes, explotó una guerra civil entre sus tribus y todos los moáis, absolutamente todos, fueron derribados. Los que hoy ves de pie sobre sus ahus es porque han sido restaurados.
En Rapa Nui llueve todo el año, pero de forma esporádica, breve, pero en muchas ocasiones de manera muy intensa
Tras estos conflictos se dejó de lado el megalitismo y en el siglo XVI surgió el ritual del Hombre-Pájaro, o Tangata-Manu. Las 10 tribus de la isla participaban en una competición en la que un representante de cada una de ellas debía descender por un acantilado de 300 metros, cruzar a nado hasta el islote Motu Nui, conseguir el primer huevo de manutara (un ave migratoria) y volver a la isla nadando y trepando el acantilado con el huevo intacto. La tribu del ganador tendría el poder durante un año hasta el siguiente Tangata-Manu. Este sistema “democrático” perduró hasta el s. XIX.
La belleza del Amanecer y el atardecer en la Isla de Pascua
Ver como el sol sale entre 15 moáis en Ahu Tongariki, posiblemente el enclave arqueológico más imponente de la isla, se ha convertido en todo un ritual para el turista que visita la isla. En cambio Tahai es uno de los mejores lugares en toda la isla para disfrutar del atardecer, ya que el sol se pone justo por la espalda de los cinco moais, creando una imagen idílica.
¿Cómo desplazarse por la Isla de Pascua?
Moverse por la isla es muy sencillo, ya que por el tamaño y forma de la isla, es muy difícil perderse. Recorrerla caminando es, sin duda, la mejor forma de apreciar y sentir este lejano territorio. Hanga Roa es un pueblo pequeño y todos los lugares interesantes se encuentran relativamente próximos y repartidos entre la calle principal Atamu Tekena, la calle Te Pito o Te Henua, dónde está la iglesia, y el camino de la costa que conduce desde Hanga Piko hasta Ahu Tahai.
También se puede ir a pie hasta algunas cuevas, miradores y sitios arqueológicos cercanos, tomando alguna de las rutas de trekking existentes. Entre ellas cabe destacar la ascensión hasta el volcán Rano Kau y la aldea de Orongo, la ruta de las cuevas, el camino al Terevaka desde Ahu Akivi o la subida al volcán Poike.
A caballo
Es una forma más relajada y diferente es hacerlo a lomos de un caballo. Se ofrecen diversos recorridos por la isla, y las cabalgatas pueden durar desde un par de horas hasta dos días, incluyendo alojamiento, pesca y comida tradicional en los de mayor duración
En bici
Otra alternativa para recorrer la isla entera es en bicicleta. Las dos carreteras de la isla, la que va de Hanga Roa hasta Anakena y la de la costa sur, están perfectamente asfaltadas y los caminos que no lo están son transitables, aunque cuidado si ha llovido.
Un clima subtropical
El clima en la Isla de Pascua es de tipo subtropical, cálido con lluvias todo el año. Los meses más lluviosos son los primeros del invierno y los de finales de primavera, al comienzo del verano también se presentan días lluviosos. Mayo es el mes donde se registra mayor cantidad de agua caída de todo el año en la Isla. En Rapa Nui llueve todo el año, pero de forma esporádica, breve, pero en muchas ocasiones de manera muy intensa.
Alojamiento en cabañas
Las cabañas en la Isla de Pascua son el tipo de alojamiento que más ha crecido en los últimos años. Las alternativas son muchas y es posible encontrar cabañas de todos tamaños, desde pequeñas para dos personas hasta grandes casas de varias habitaciones.
Rongo Rongo: una escritura enigmática
La escritura Rongo Rongo, también llamada por los nativos kohau rongo rongo, es un sistema de escritura compuesta por glifos tallados sobre maderas o “tablillas”, que hasta la fecha no ha podido ser descifrada. Según la tradición oral, el primer rey que llegó a la Isla de Pascua, el ariki Hotu Matu’a llevaba con él 67 tablas que correspondían a las 67 sabidurías Maorí, como por ejemplo saber navegar y conocer la astronomía.
Anakena es la playa principal de la isla
En Isla de Pascua existen muchas alternativas para los amantes de los deportes al aire libre. Snorkeling y buceo, surf, vela, kayak, cabalgatas y trekking se realizan en y alrededor de la isla y su geografía triangular de origen volcánico.
La evidencia de su origen volcánico son los tres cráteres de volcanes extintos que contienen lagunas y vegetación los cuales son de fácil acceso de los visitantes. El volcán más alto es el llamado Maunga Terevaka, de 525 metros de altura; Ranu Kau volcán que se eleva 324 metros y El Poike a 352 metros.
Cuevas y Volcanes
El paisaje volcánico de la Isla de Pascua ofrece interesantes puntos de referencia geográficos que los aficionados al senderismo pueden conocer. Una serie de cuevas y volcanes extintos despiertan poderosas sensaciones, por ejemplo a medida que nos acercamos desde la oscuridad llegar a tener una vista panorámica de las esmeraldas mesetas teniendo como telón de fondo el azul eterno del Pacífico.
Playas
Anakena y Ovahe son las únicas playas de arena en la isla. Anakena es la playa principal de la isla y Ovahe, localizada hacia el este es más pequeña. Con sus arenas, palmeras y aguas color turquesa, Anakena crea un entorno paradisíaco. También cuenta con dos ahus restaurados y campings. Con sus cálidas aguas, ambas playas son adecuadas para bañarse.
La playa de Ovahe, una pequeña playa escondida en un acantilado donde sólo da el sol por las mañanas. Para terminar el día es recomendable asistir a una de las funciones del “ballet cultural” Kari Kari para experimentar la espectacularidad de las danzas Rapa Nui, todos los martes, jueves y sábados en la calle principal de Hanga Roa, Atamu Te Kena, a las 21h.
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