Reportaje fotográfico y vídeo por Carlos de Luna Béjar. Su pasión es el teatro, se siente forofa del cine, la televisión es la fama inmediata y la escritura le gusta cada día más…
En estas fechas está representando la obra de teatro “El Jurado”…. 9 personas, hombres y mujeres…, y ella es una de esas 9 personas que tiene que decidir sobre la culpabilidad o la inocencia de un acusado de corrupción…
-El autor se ha inspirado en “Doce hombres sin piedad”, pero esa obra está situada en los años 50, en Estados Unidos y la pena de muerte, y luego el autor, Luis Felipe Blasco, sigue su propio camino, es decir parte de ese pequeño argumento o de esa pequeña inspiración y lo ha traído a la actualidad, no es un caso de pena de muerte, es de corrupción. El argumento sigue otras tramas que tienen que ver con el thriller político y con el cine negro…
Tras su paso por los teatros de Matadero Madrid, ha viajado con la compañía a Sevilla, en el Teatro Lope de Vega y estará en Málaga, en el Teatro Cervantes...
Con Isabel Ordaz hemos mantenido una conversación, entre ensayo y ensayo, muy agradable, amena, divertida...
¿Has hecho cine, teatro, has escrito libros de poesía y realizado monólogos…?
-Monólogos, los he hecho, otra cosa es que haya participado un par de veces en el Club de la Comedia, pero he hecho monólogos en una obra de teatro que era un monólogo, como por ejemplo “Los días felices” de Beckett.
Lo más rico para un intérprete o una intérprete es el teatro
¿Y dónde te sientes más a gusto?
-Lo más rico para un intérprete o una intérprete es el teatro, es lo más creativo, es lo que pide más de ti, llevamos la narración, me gusta considerarme una narradora en todos los ámbitos, encima de un escenario también…
Y además tenéis al público ahí…
-Eso es y es algo como “erase una vez”, el clásico “erase una vez”, y entonces es un escenario, es el directo, el maravilloso directo, y es todavía el templo de la palabra, no sé por cuanto tiempo, pero todavía lo es, y me encuentro más a gusto como intérprete, en un escenario, como narradora. La televisión tiene su encanto, la difusión, cuatro o cinco millones de espectadores no lo alcanza el teatro; el cine es la magia de la luz, la narrativa de la fotografía por cierto…
Escribir me gusta cada vez más. Estoy a punto de publicar un nuevo poemario
¿Y escribir?
-Escribir me gusta cada vez más. Estoy a punto de publicar un nuevo poemario, con el que estoy muy ilusionada. Me he metido a estudiar a la UNED, Lengua y Literatura, es la narración, en todas sus manifestaciones y formas y me gusta mucho.
Tengo entendido que has dirigido teatro…
-He dirigido algo, en la primera etapa, cuando hacíamos más teatro independiente, más de barricada, estábamos en el momento barricada (sonríe), porque va pasando el tiempo, y somos parte de una generación que ya es otra generación, y eso asusta un poco… Y dirigí un par de cosas mías, pero realmente lo que me gusta es interpretar y escribir.
¿En qué teatro te gusta más actuar? ¿En qué ciudad?
-El otro día estuvimos haciendo unos preestrenos en Fuenlabrada, en el teatro Tomás y Valiente, cuyo programador es amigo mío, empezamos a estudiar teatro juntos, Luis Lozano, y me gusta muchísimo, porque han hecho una labor cultural, de educación cívica muy grande, y el público es muy buen espectador. Me gusta Alcalá de Henares... me gustan todos los teatros…
¿Y dónde te gustaría actuar que no lo hayas hecho?
-El año que viene tengo un proyecto que todavía no se ha cerrado, en la Abadía… pero todavía queda mucho, mejor no hablar de ello…
La televisión me permite económicamente vivir
Por la tele, se te conoce como “la hierbas” , de la serie “Aquí no hay quién viva” ¿Eso es bueno o malo?
-Tengo la fortuna de tener una trayectoria teatral, de la que me siento muy contenta, puedo elegir, cosa que no puede hacer todo el mundo, y puedo elegir a veces gracias a la televisión, porque eso me permite económicamente vivir. La televisión da trabajo al 80 por ciento de la profesión, porque el teatro está viviendo los lodos de aquellos polvos… quiero decir, el público es libre, el espectador es libre, hay una memoria emocional que tiene la televisión en los últimos 50 años, la proyección que tiene no la puede tener nunca jamás el teatro…
Entonces si no hubiera sido por la televisión, ¿cómo estarías ahora, con los mismos proyectos?
-Pues probablemente,… no lo sé…
Clamo a todos los poderes fácticos y no fácticos, a las meigas y a todo el mundo para que se quite el 21% a la cultura
Porque el teatro sigue en crisis, siempre se ha hablado de la crisis del teatro.
-Sí, pero en los últimos diez años, justo antes de que estallara la crisis, ¿qué llevamos de crisis? unos diez años de crisis más o menos, pues antes de eso, si hacemos un flasback de diez años, estábamos en un momento extraordinario del teatro, se había conseguido una especie de maridaje entre lo público y lo privado, con un compromiso cultural por parte de la Administración y un compromiso laboral y artístico por parte de los profesionales, en un maridaje maravilloso, y se habían creado cosas tan importantes como la Red de Teatros, que permitía sobrevivir a compañías de alguna manera privadas, pero asistidas por lo público, apostando por teatro de calidad… y aquello era maravilloso, pero todo eso se ha venido abajo, nos han castigado, nos han puesto las de fuego, como dirían los taurinos (sonrisas), con el 21% de IVA, así que clamo a todos los poderes fácticos y no fácticos, a las meigas y a todo el mundo para que eso se quite, porque civilización es cultura y cultura es civilización, ciudadanía es cultura y cultura es ciudadanía, así que eso hay que quitarlo…
¿Qué les pedirías a los políticos?
-Que tengan en cuenta que la raíz de todo es la cultura, incluso la cultura política…
Cuando hablo con gentes de este sector, muchos dicen que parece que los políticos se han olvidado de la palabra cultura…
-Es muy ambigua esta palabra, y a veces ya no sabemos de qué hablamos cuando la mencionamos, pero creo que la cultura es educación, la cultura es política y viceversa, porque el ejercicio de la política sin cultura, sin un determinado sentido de la ética, que es cultura… estamos como estamos… por los suelos… todo es cultura y hay que apoyarla y hay que educar.
Pero ¿hay público para el teatro?
Sí lo hay, con mucho esfuerzo, porque no todo el mundo tiene 20 o 25 euros para pagar, pasa lo mismo que con el cine español, cuando han hecho la prueba de unos días a la semana con tres euros… el cine se llena, ese tan denostado cine español se llena y el público va… creo que es un tema de cuidar y mimar la cultura, tampoco es que tenga que ser gratis porque las cosas requieren un esfuerzo, un sentido del sacrificio, pero no un castigo… nos han castigado, nos han condenado por algo que no sé muy bien que es… un 21%, no lo tiene ni la pornografía…
Ese es el ejemplo más evidente, que la pornografía está al 4% o así, ¿se considera a la pornografía un artículo de primera necesidad?
-Es cultura, de alguna manera cultura…
¿De primera necesidad?...
(Risas)
-Probablemente sea cultura, algún tipo de cultura, no digo que no, pues que nos pongan como a esa cultura, al 4%, y no al 21%...
Exacto que os traten igual, pero de otro modo…
-Sí, porque ahora nos tratan pornográficamente... (Risas)
Me considero un ser cultural y hago cultura siempre, desde leer, charlar, cenar con amigos, todo es cultura…
Una última cosa, cuándo no haces teatro, cuando no escribes, ¿Qué haces?
-A esta edad mía, que es una edad muy hermosa… (sonríe), en este punto de la vida en el que me encuentro, creo que soy un ser cultural y hago cultura siempre, porque me gusta leer, me gusta contemplar, me gusta el arte de la conversación, una cena con amigos, me gusta la naturaleza y eso es cultura, me gustan este tipo de cosas, lo que desgraciadamente algunos determinados sectores están empeñados en negarnos y lo tenemos aquí a la mano, porque vivimos en una parte del planeta que es la parte privilegiada y parece que estamos todos crispados todo el tiempo… pues estas pequeñas cosas son de las que disfruto.
Y de vacaciones.
-De vacaciones me gusta irme al campo, me gusta ir a la Sierra de Madrid o visitar alguna ciudad, por ejemplo, la última vez que estuve fuera, estuve en Buenos Aires, pero fue por trabajo y descubrí una ciudad hermosísima, y tengo un eminente amigo en Montevideo, que es el director y el programador del teatro Solis, que tenemos un proyecto en común para el año que viene también, José Miguel Onaindia, que me enseño Montevideo, es una ciudad maravillosa… el viaje, que también es cultura, relajar, cambiar un poquito de paisajes…
¿Madrid es una ciudad culta?
-Tiene una oferta cultural extraordinaria… es un poco ruidosa, el ejercicio del silencio no le vendría mal, tendríamos que apaciguarnos un poco, es una ciudad un poco crispada, con mucho stress, y además se contamina todo de un cierto estado de alerta que parece ser que a algunos sectores les conviene o les interesa que estemos todos pendientes del apocalipsis…
(Risas)
Es que así nos tienen entretenidos…
-Sí, nos tienen que tener entretenidos con un drama…
(Más risas)
-Pero Madrid también es hospitalaria, es muy cultural, hay mucha oferta cultural, y en concreto en el teatro, creo que el público siempre responde a la llamada del teatro.
Y para ver ¿qué prefieres, cine, teatro, exposiciones?
-Va por temporadas. Ahora estoy simplemente con la literatura, estoy fascinada con el 27. El teatro me gusta pero a veces lo dejo una temporada, o el cine, ahora no me apetece tanto verlo, pero soy una forofa del cine, claro que tenemos una cultura cinematográfica muy amplia, porque nos hemos educado con el cine, somos del cine… el teatro me apasiona, pero a veces estoy cansada, ahora mismo estoy leyendo muchísimo...
Si (
No(
