1. Naturaleza en estado puro en el bosque de Dibeen
La última reserva natural incorporada a la red de Reservas Naturales de Jordania (se unió en 2014) se encuentra entre Amán y la famosa ciudad romana de Jerash. La mayor parte de los árboles de este maravilloso espacio natural son pinos de Alepo y robles de hoja perenne. Además, el bosque de Dibeen es el hogar de aproximadamente 17 especies de flora y fauna en peligro de extinción. Los meses más recomendados para visitar la reserva son marzo y abril, debido a su amplia variedad de flores. Un espacio natural cubierto de vegetación que contrasta con los áridos paisajes de Jordania y ofrece a los amantes de la naturaleza un entorno único en las inmediaciones de la capital jordana.
2. Reserva de los humedales de Azraq, un oasis en el corazón del desierto
La reserva natural de Azraq -que significa azul en árabe-, se encuentra en el corazón del desierto semiárido de Jordania y es un lugar excelente para la observación de aves, especialmente durante las épocas de migración, cuando las especies viajan de Asia a África. No obstante, en numerosas ocasiones muchas de las aves interrumpen su camino y permanecen mucho más tiempo en la reserva, como por ejemplo durante el periodo de cría. Entre los principales atractivos de Azraq destacan sus estanques naturales, una marisma estacional y un lodazal de grandes dimensiones conocido como Qa’ al-Azraq. El centro de visitantes de la reserva posee un pequeño museo que contiene un acuario y una exhibición de biotopos que narra la historia del oasis y ofrece visitas guiadas para todos aquellos que se quieran adentrar en la maravillosa reserva ‘azul’.
3. Bosques, fresas y pistachos en la reserva natural de Ajlun
Fundada en el 1988 bajo la RSCN (Royal Society for the Conservation of Nature), la reserva natural de Ajlun se encuentra al norte de Jordania, muy cerca del pueblo de Ajlun. El espacio comprende un área de colinas cubierto por bosques de roble de hoja perenne, arbustos de fresas, pistachos y algarrobos, así como un un gran número de aves, entre las que destacan el colorido arrendajo. En primavera el bosque se llena de color debido a la floración de sus árboles, que se mezclan con la diversidad de su fauna creando un auténtico espectáculo natural.
4. Explosión de color en la meseta de la ribera oriental del río Jordán
Las gargantas que emergen sobre el valle del río Jordán se elevan entre 600 y 900 metros sobre el nivel del mar y ofrecen a los amantes de la naturaleza un entorno idílico para disfrutar, por ejemplo, de una jornada de trekking o un picnic al aire libre; un plan perfecto para descansar y disfrutar del lado más zen de Jordania. En primavera, sobre todo durante los meses de marzo y abril, la zona se tiñe de vivos colores debido a la variedad de flores silvestres, como las malvarrosas, amapolas o lirios negros, que conviven y se entremezclan con su amplia fauna. En el extremo sur de la meseta, en las inmediaciones de la reserva de Dana, se pueden encontrar multitud de especies animales. Una de ellas es el caracal, un felino de tamaño medio que se caracteriza por los mechones de pelo negro que sobresalen de sus orejas.
5. Fifa, un tesoro natural en las inmediaciones del Mar Muerto
La reserva natural de Fifa, a 140 Km. al sur de Amán, bordea el Mar Muerto y abarca una superficie de 24 kilómetros cuadrados. Ubicado al suroeste de Jordania, este maravilloso espacio natural acoge una amplia variedad de vegetación subtropical y multitud de aves migratorias y especies en peligro de extinción, como el lince y la hiena. A pesar de las altas temperaturas, su fauna y flora ha sabido adaptarse y sobrevivir a las difíciles condiciones climatológicas, haciendo de la reserva de Fifa un tesoro natural (la reserva aglutina el 4% de las especies vegetales del reino hachemita y el 8% de las animales).
6. El ecosistema del río Jordán, un espectáculo en directo
El río Jordán obtiene su caudal del mar de Galilea, el río Yarmouk y los diferentes arroyos de las montañas. A su paso por Jordania, su corriente de agua dulce forma un valle húmedo de clima subtropical que goza de una gran actividad agrícola. Además de avistar nutrias y diferentes tipos de aves, los viajeros que se adentren en las inmediaciones del Jordán podrán presenciar diferentes fenómenos naturales, como el salto de los peces en la desembocadura del Mar Muerto; un espectáculo en directo difícil de olvidar.