Hacer un crucero es una experiencia inolvidable que siempre deja con buen sabor de boca. Los viajeros que aún no han probado un crucero siempre piensan que se van a marear o que pueden sentir claustrofobia a bordo de un barco… pero nada más lejos de la realidad, esto son solo afirmaciones ante lo desconocido.
Pero los anuncios comerciales de los cruceros con familias felices pueden ser muy tentadores para comenzar a ahorrar y disfrutar de un espectacular crucero. Pero lo que resulta aún más tentador son los amigos que ya han hecho algún crucero y que van a tu casa de visita y te cuenta lo maravilloso que ha sido.
1. Vacaciones con gran valor
Los cruceros ofrecen un gran valor a las vacaciones y cada céntimo que se ha invertido en el pasaje para entrar en el barco habrá valido la pena. Las tarifas del crucero (sobre todo en los “todo incluido”) incluyen todo lo necesario para que sea un viaje fantástico: la comida, el alojamiento, entretenimiento diurno y nocturno, transporte para viajar en las ciudades, etc. Hay que buscar la empresa de cruceros que ofrezca todo lo que sea necesario para que sea inolvidable.
2. Conoces muchas ciudades
Se pueden conocer muchas ciudades en un crucero y además, sólo se tiene que deshacer la maleta una vez. No hay necesidad de usar trenes o autobuses para ir de una ciudad a otra, porque el barco se encarga de llevarlo todo mientras se disfruta de la estancia a bordo. Cada mañana amanece el día en un nuevo lugar… ¡la sensación es increíble!
3. Los cruceros son para todos
Gracias a la gran cantidad de actividades que se realizan en un crucero son aptos para todos. Se puede ir acompañado de la pareja en plan romántico, con toda la familia para que los niños lo pasen en grande, con los amigos o con personas más mayores… ¡un crucero es apto para todos! Desde los abuelos hasta los nietos… ¡son divertidos para todas las edades! Actualmente los barcos tienen áreas de juegos para los más pequeños y también para los adultos.
4. Encontrar lo que buscamos, posible
Los barcos para crucero existen de muchas formas y tamaños. El crucero ideal para una persona puede ser un mega-barco equipado con todo lo necesario como si fuese una ciudad en el mar o quizá otro más pequeño e íntimo con un ambiente de lujo. Lo que importa es encontrar en el crucero todos los servicios que hagan que se viva una experiencia inolvidable. En la actualidad existen muchas empresas de cruceros de prestigio que te pueden ofrecer unas vacaciones increíbles.
5. Unas vacaciones en un crucero son fáciles de planificar
Un viaje en un crucero es fácil de planificar porque el transporte, el alojamiento, la alimentación y el entretenimiento están todo junto. Sólo se debe escoger el barco, el itinerario y el tipo de habitación que se queira… ¡y listo! Incluso se puede conseguir que los agentes de viajes puedan organizar un billete de avión para poder escoger el mejor puerto de salida o el que se encuentre más cercano al hogar. Y si se quiere ir junto a muchos familiares, se pueden reservar las habitaciones contiguas o con características similares.
6. Conocer a muchas personas
Si lo que nos gusta es conocer gente nueva y que además sea de diferentes lugares del mundo, entonces un crucero es la mejor opción. Llega un momento en el que empiezan a sonar los rostros de verlos a bordo cada día y quizás se pueda entablar alguna amistad que dure más tiempo una vez que acaba el crucero.