Conocida por su ambiente mediterráneo y sus playas, la Costa Dorada ofrece en invierno un encanto diferente, pueblos de postal con bellos rincones que invitan a desconectar, menos transitados, actividades culturales, historia y una gastronomía exquisita. En esta época, Magnolia Hotel y Port Plaza Apartments, establecimientos del grupo Blaumar, son dos opciones ideales para descubrir la tranquilidad invernal de la región.
Historia, cultura, y gastronomía en cada rincón
La Costa Dorada es mucho más que la imagen predeterminada que muchos tienen de sol y playa. La diversidad de actividades para una escapada de desconexión en invierno es infinita; pueblos mágicos como Siurana, rodeado de montañas, o Altafulla, un pueblo medieval frente del mar; una agenda cultural para todos los públicos; una cautivadora historia con puntos de interés reconocidos mundialmente y una gastronomía con productos del territorio reconocida por su gran calidad.
Tarragona: Patrimonio Mundial de la Humanidad
La ciudad de Tarragona en el año 2000 fue declarada por la UNESCO Patrimonio Mundial de la Humanidad. Es un destino cultural complementado con una gastronomía y actividades lúdicas que en conjunto la hacen una ciudad muy especial para visitar. Su conjunto monumental romano, sus muestras únicas de la época medieval y sus edificios modernistas forman parte del patrimonio de Tarragona a conocer durante un fin de semana de desconexión.
Salou: Un descubrimiento entre mar y naturaleza
Además de ser conocido por sus playas soleadas, y por su oferta de turismo familiar, Salou también sabe convertirse en el lugar perfecto para una escapada en pareja durante los meses más tranquilos y fríos del año. Este recorrido panorámico conecta 25 puntos altos o panorámicos de la ciudad, ofreciendo vistas impresionantes del litoral mediterráneo. Ideal para quienes buscan escapar de núcleo urbano, esta ruta es una forma única de disfrutar de la belleza invernal de Salou. Magnolia Hotel, el hotel solo para adultos del Grupo Blaumar, es el lugar idóneo para quedarse a dormir en una escapada en pareja, asegurando la tranquilidad y la calma de un only adults que, además, ofrece zona de spa y masajes.
Reus: la huella modernista de Gaudí en su ciudad natal
La ciudad en la cual nació uno de los arquitectos más famosos de la historia es una parada imprescindible para los amantes de la arquitectura. Destacan especialmente la Casa Navàs, el único edificio modernista de Europa que conserva su interior original; y también el centro de interpretación Gaudí Centre, que permite descubrir y entender la obra del genio. Completan la ruta modernista la Casa Serra o la Casa Marco, ambas en el centro histórico.
Altafulla: un pueblo medieval frente al mar
Altafulla es uno de los pueblos más encantadores de la Costa Daurada, sus calles empedradas, su castillo y la tranquilidad que ofrece en invierno trasladan al viajero al pasado. Los huéspedes del Magnolia Hotel o de Port Plaza Apartments pueden aprovechar la cercanía de estos alojamientos para descubrir la historia y el ambiente acogedor de Altafulla, disfrutando después de un descanso en sus cómodas y modernas instalaciones.
Montblanc: escapada rural a un pueblo medieval
A solo unos kilómetros de la costa está Montblanc, una joya medieval con un casco antiguo amurallado, una deliciosa gastronomía, con platos típicos como el civet de jabalí y la coca de recapte, y unos vinos exquisitos. Montblanc está declarado como Conjunto Histórico-Artístico ya que conserva una muralla del siglo XIV que esconde mucha historia para descubrir si tienes la oportunidad.
Siurana: un paisaje de postal entre montañas
Para quienes buscan un entorno natural único, Siurana ofrece paisajes espectaculares con vistas de montaña, ideales para quienes quieran combinar la cultura histórica con la belleza del interior. Los huéspedes del Magnolia Hotel podrán disfrutar de la paz de un alojamiento solo para adultos y de la proximidad a este pueblo de montaña, perfecto para una excursión en pareja un día en invierno.