Tzu-Chieh Hsueh, artista y director taiwanés, es originario de Wulai (Taiwán), cursó sus estudios en el Departamento de Drama de la Universidad Nacional de las Artes de Taiwán. Después de graduarse, se dedicó a la dirección, escritura y actuación teatral. Apasionado por la cooperación transfronteriza con diversas artes y culturas, tiene inquietud por encontrar formas de dialogar con la sociedad actual a través de diferentes medios creativos con diversas comunidades y grupos.
The Zone es una performance interactiva para reflexionar sobre la relación del individuo y la sociedad global hiperconectada
Y The Zone es una creación suya, que se presentó recientemente en el Festival Proyector 2024 en Madrid…
¿Pero qué es THE ZONE?
The Zone es una performance interactiva que busca provocar reflexiones sobre la relación del individuo y la sociedad global hiperconectada. Y el teatro es el lugar donde se desarrolla esta obra, y lo que quiero es que el público sea el que cree la obra.
Y el público es una parte de The Zone…
El público participa en cuanto al sonido, a la voz, a su voz, y cada persona tiene un volumen, que es similar a lo que pasa en la sociedad, que hay diferentes sonidos que van creando una armonía.
Hsueh y su equipo invitaron al público a participar activamente usando sus teléfonos móviles, lo cual crea una experiencia inmersiva en torno a temas de interacción social y toma de decisiones éticas…
El sistema que he creado lo determina la voz, y hago preguntas al público, por ejemplo, si quiere que sea cercano, lejano, o a mitad de distancia. Y esas diferentes distancias crean diferentes bandas de sonido.
Quiero que el público forme parte del espacio que voy creando y con los sonidos se establece una conexión entre el público.
¿Cómo surgió la idea y cuánto tiempo necesitó para desarrollarla?
En algún momento me di cuenta de que aunque estemos utilizando igualmente un móvil, cada uno tiene una velocidad distinta para expresarse y así la experiencia es distinta para cada persona.
Pienso que lo que en la actualidad se pueden reunir los sonidos de todo el mundo de modo similar a lo que ocurre en un ciudad.
Desde el 2020 al 22 fui desarrollando esa idea y cuando supe que iba a presentar el proyecto en España, reorganicé y repensé la idea.
Las sesiones con The Zone fueron de 20 minutos de duración y se llevarán a cabo los días 14 y 15 de septiembre en Réplika Teatro.
¿Cómo responde el público a sus propuestas?
Creo que en cada país y en cada lugar las personas tienen una relación distinta con internet, con las aplicaciones, por ejemplo en Taiwán se usa el Line, en los países europeos se usa el Wasap, así que una vez presentada la obra en España, el público habrá notado la distancia que hay entre España y Taiwán.
Muchas veces los problemas surgen por el mal entendimiento de las personas hacia esas nuevas tecnologías
Juicy Berry Studio es un colectivo artístico con sede en Taipéi, Taiwán, dirigido por Tzu-Chieh Hsueh.
Este colectivo se centra en explorar temas contemporáneos de identidad, relaciones sociales y crítica cultural, trabajando de manera interdisciplinaria en videoarte, performance, teatro, cine, y música. Colaboran a menudo con artistas de la llamada “Generación Fresa”, término que describe a jóvenes nacidos en Taiwán en las décadas de 1980 y 1990, considerados como una generación sensible a presiones sociales. Este grupo, mediante sus trabajos, aborda temas sobre la interacción social, los límites de la tecnología y la identidad en la era digital…
Con este colectivo Hsueh presentó la obra antes mencionada; The Zone…
Cuénteme algo sobre el colectivo Juicy Berry Studio
Quería producir algo que no fuera para presentar directamente mi existencia, aunque después de crear ese colectivo no he cambiado mi modo de crear, mis formas de hacer, porque lo que buscaba era colaborar con diferentes personas y en Taiwán es difícil una vez que se crea un colectivo porque hay problemas en cuanto a encontrar personas que trabajen para este colectivo.
Cuánta gente forma ese colectivo
En principio estoy yo, y si tengo varios proyectos estarían trabajando otras personas, pero no son una plantilla fija, aunque tienen una colaboración muy cercana conmigo.
¿Cuáles son sus proyectos después de The Zone?
Me gustaría ir a otros lugares y en cada sitio hacer una investigación. Por ejemplo cuando estuve en Tokio hice investigación de campo grabando sonidos y viendo material de ese lugar, y me gustaría poder hacer eso en distintas zonas.
Usted trabajo con las nuevas tecnologías. La tecnología hacía dónde nos lleva.
Creo que el ser humano tiene el deseo de crear algo y de esa manera tener presencia en el mundo.
Nos han enseñado a utilizar cada tecnología de una manera, pero a mi manera de pensar las tecnologías hacen que en cada movimiento que hagamos haya una reacción.
¿No da un poco de miedo que lleguemos a depender totalmente de nuestros dispositivos?
Creo que la tecnología se desarrolla para resolver problemas, pero me temo que va a traer otros muchos problemas, por ejemplo, muchos aparatos que tenemos como el robot que limpia los suelos, pensamos que lo va a limpiar, pero para que lo haga tenemos que aprender a usarlo y descargar aplicaciones para poder utilizarlo y eso puede suponer problemas nuevos.
¿Y cómo se pueden solucionar esos problemas?
Tenemos que aprender a usar todas estas tecnologías, pero tienen que ser las personas correctas las encargadas de explicar cómo se deben utilizar
Cuando estuve en Tokio hice investigación de campo grabando sonidos
Muchas veces los problemas surgen por el mal entendimiento de las personas hacia esas nuevas tecnologías, por eso tenemos que aprender a saber manejarlas bien.
Un mundo globalizado o dividido en castas y clases sociales ¿Cuál es el futuro?
Pienso que va a haber un mondo globalizado, pero a la vez van a existir muchas divisiones aunque internet va a igualar todas las diferencias que existen.
Con los algoritmos se está creando un mundo en el que no va a haber solo una verdad y no se va a ver la verdad.
Eso no es bueno
Efectivamente, pero de esta manera los países que están en vías de desarrollo van a poder llegar a los niveles de los países desarrollados. Muchas de las revoluciones sociales van a comenzar a través de las conexiones que hay por internet.
Y también se crean espacios que no son visibles al resto del mundo, que no las pueden escuchar ni ver y así se pueden hacer contactos entre personas y crear movimientos y eso antes de la creación de internet no existía.