El compromiso de Costa Rica con el medio ambiente es una forma de vida, parte intrínseca de la identidad de los ticos. En los tiempos en los que vivimos, respetar y cuidar el planeta es fundamental para nuestro futuro. La biodiversidad sostiene nuestros ecosistemas y enriquece nuestras vidas de incontables maneras. Y es este delicado equilibrio el que se ve amenazado debido a algunas actividades humanas. Afortunadamente, la consciencia sobre ello está cambiando, aumentando, y son más las personas que trabajan por mejorar su día a día y minimizar su impacto.
Una de las herramientas más poderosas en nuestro arsenal para proteger la biodiversidad es viajar, pero de forma consciente. Recorrer mundo nos permite explorar paisajes diversos, culturas y vida silvestre, pero también conlleva ser responsables a la hora de minimizar nuestro impacto ambiental y apoyar los esfuerzos de conservación. Así, cada viaje se presenta como una oportunidad para hacer la diferencia. Para ello, Costa Rica recuerda algunas formas en la que los viajeros pueden contribuir a un mundo mejor mientras lo exploran.
- Apoyar a las comunidades locales: involucrarse con las comunidades locales y sus negocios es clave a la hora de promover prácticas turísticas sostenibles. Ya sea consumiendo sabores locales o comprando artesanía para llevar como recuerdo, el viajero está contribuyendo al desarrollo de las comunidades de una forma sostenida y responsable. Para dar un paso más, el turismo rural o comunitario, además de aportar un balance perfecto entre naturaleza y cultura, permite al viajero aprender de las costumbres y tradiciones del país o zonas a través de experiencias auténticas y enriquecedoras.
- Elegir alojamientos sostenibles que contribuyan al equilibrio medioambiental con proyectos y prácticas que prioricen la eficiencia energética, la reducción de residuos, neutralidad de emisiones y que apoyen iniciativas locales de conservación y con las comunidades locales. Costa Rica recomienda buscar el certificado CST (Certificado de Sostenibilidad Turística) a la hora de reservar el alojamiento, de modo que uno se puede asegurar que se está hospedando en lugares que están alineados con las prácticas de sostenibilidad del país.
- Respetar la vida silvestre: Costa Rica cuenta con el 6% de la biodiversidad mundial y lleva décadas trabajando por la conservación y protección de su entorno natural. Es por ello que, cuando el viajero visita el país, debe adoptar una actitud tica que respete la fauna y flora del lugar. Más allá de mantener una distancia segura, respetando su espacio y la naturaleza que les rodea, hay que evitar actividades que dañen a los animales y buscar operadores turísticos responsables que prioricen el bienestar animal. Costa Rica fue el primer país en lanzar una campaña para proteger a los animales de fotos y selfies inadecuados (#stopanimalselfies). Si estás demasiado cerca para una foto, es que estás demasiado cerca.
- No dejar rastro: respetando el medio ambiente y dejando las áreas naturales como uno las encuentra. Costa Rica recuerda que para minimizar el impacto y evitar la destrucción del hábitat es importante seguir los senderos designados, no alimentar a la fauna, no tirar los restos de fruta con semilla y, cuando se visiten los Parques Nacionales, recomiendan hacerlo con un guía especializado.
- Reducir la huella de carbono eligiendo opciones de transporte eco amigables. En Costa Rica existen iniciativas que promueven la reforestación y la energía renovable, como su calculadora de gases de efecto invernadero, con la que la aportación del viajero irá directamente a la financiación de servicios ambientales.
- Aprender y respetar: tomándose tiempo para aprender sobre los ecosistemas locales, el patrimonio cultural o los desafíos de conservación del destino. Y más allá, compartiendo ese conocimiento y experiencias con otros para inspirar un mayor aprecio por el entorno natural y fomentar prácticas sostenibles a la hora de viajar.
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