La llegada del buen tiempo, las largas horas de sol primaveral y los colores de la renacida vegetación son una invitación para dejar atrás el ajetreo de la vida cotidiana y hacer una ruta para desconectar en plena naturaleza. El Alentejo, cuyas tierras ocupan un tercio de Portugal, cuenta con una extensa red de senderos señalizados que atraviesan silenciosas llanuras, dehesas y olivares que se extienden hasta la costa, y sorprendentes muestras de su rico patrimonio histórico.
Desde recorridos de bajo desnivel y cortas distancias para aquellos que prefieran seguir la filosofía alentejana del slow travel, hasta itinerarios más exigentes para senderistas experimentados, el Alentejo ofrece una diversidad de rutas para conocer a pie sus secretos mejor guardados.
Una combinación de patrimonio y naturaleza en Évora, Elvas y Vila Viçosa
En el conjunto histórico de Évora, catalogado como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, conviven armónicamente los diferentes pasados de la ciudad, representados a través de la arquitectura romana, medieval y árabe. Además de su riqueza histórica, el entorno de esta ciudad nombrada recientemente Capital Europea de la Cultura en 2027 es todo un espectáculo natural a los pies de la Sierra de São Mamede. Para obtener la mejor panorámica posible de la zona, conviene elegir un calzado cómodo y seguir el recorrido EVR PR1 de la Red Transalentejo hasta el mirador de São Bento.
A poca distancia se encuentra Elvas, cuya ruta de aproximadamente dos horas y exigencia baja atraviesa su encantador casco urbano y, tras un paseo por sus paisajes vestidos de verde, llega a la principal joya de la ciudad: el Forte da Graça de Elvas. Esta sorprendente estructura militar en forma de estrella, parte del conjunto de fortificaciones Patrimonio de la Humanidad del municipio, es una de las construcciones más impresionantes del Alentejo. Si todavía se tienen energías para continuar, los entusiastas del arte y la arquitectura encontrarán a tan solo unos kilómetros una ruta circular por el municipio de Vila Viçosa, una de las tres ciudades del mármol de la región.
Un paseo nocturno junto al lago de Alqueva
Aunque la especial luz alentejana es uno de los principales reclamos a la hora de hacer una ruta por la región, las caminatas nocturnas regalan otro tipo de experiencia inolvidable. Al caer la noche, los oscuros cielos alentejanos se iluminan con un inmenso manto de estrellas en la reserva de Dark Sky Alqueva, próxima al lago de Alqueva. En este destino Starlight idóneo para la observación de los astros se pueden reservar excursiones guiadas que combinan el recorrido por el entorno con una cautivadora ruta por la cúpula celeste.
Si tras el paseo también se desea dormir bajo las estrellas, el viajero podrá encontrar en la región alojamientos como el Glamping Skies de Veiros, Estremoz, un hotel de cúpulas individuales que dispone de techos acristalados para disfrutar del bello espectáculo luminoso durante toda la noche.
Una ruta para los amantes de la playa y la buena gastronomía
Las suaves temperaturas y la floración de las especies autóctonas convierten la primavera en uno de los mejores momentos para hacer algunos caminos del Sendero de los Pescadores, una ruta exclusivamente pedestre que forma parte de la Ruta Vicentina. Cada uno de sus tramos, dibujados al filo del litoral europeo mejor conservado de Europa, termina en un pueblecito pesquero en el que se puede hacer noche y degustar los sabores de los pescados y mariscos locales. Porto Covo o Zambujeira do Mar, de arenales cortados por altos acantilados bordeados de flores, son algunas de las paradas imprescindibles.
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