"La vida es como una cebolla llena de capas y estratos que se suceden, pero sin nada dentro, lo único que nos queda es la humedad de lágrimas que hemos versado mientras la pelábamos"
La actriz Rossy de Palma representará desde el día 10 al 13 de diciembre, sobre las tablas del Teatro Español, "Resilienza d'amore", obra escrita e interpretada por la propia artista.
Rossy de Palma ya interpretó esta obra en el Teatro de Milán durante seis días con llenos y muy buena acogida por parte de la crítica. La actriz se enfrenta sola, en una especie de monólogo, al público, en un espectáculo que nació por encargo del famoso Piccolo Teatro di Milano.
Rossy de Palma, definita "dama Picasso" per i suoi straordinari lineamenti asimmetrici, ci porta per mano nel Surrealismo tangibile, materiale e vitale. Dopo la coscienza dell’incoscienza postmoderna, si scopre la pura assurdità della vita e sotto il prisma di Cubismo, Surrealismo, Espressionismo e Costruttivismo, l'artista multidisciplinare rivendica la validità della sua idiosincrasia fisica e mentale, della necessità dell’arte come salvatrice suprema per affrontare la mostruosità della diversità. Ci parla della creazione incosciente, del misticismo dell’esistenza, della terapia creativa, di come un naso sfidante si può trasformare in uno scudo protettivo, di come la sensibilità si apra alla versatilità artistica creando una Resilienza d'amore, di come l’arte possa rappresentare la fragilità della vita, la complessità di un mondo in costante cambiamento.
Con i versi di Lorca, le suggestioni visive di Picasso e di Dalì, Rossy de Palma dichiara il suo amore, di più, la sua immedesimazione con il Surrealismo, in un recital che intesse storie d'amore e racconti di donne, come Gala, la Musa di Dalì, il cui fantasma ancora "vive" nella mitica villa di Cadaques. (Piccolo Teatro di Milano)
Rossy de Palma:
“Cuando el mítico y legendario Teatro Piccolo, tan lleno de historia, me encargó un solo de inspiración surrealista con inspiraciones Dalinianas, Piccasianas y Lorquianas, lo vi más que factible y, después de digerir el embriagador honor que me suponía el inspirador encargo, empecé a dejar vagar el imaginario y a evacuar la premeditación para dejar sitio a la creatividad subconsciente, verdadero material surrealista, y para invocar desde la nada absoluta a la mágica y deseada inspiración. Preparé, eso sí, una pequeña sinopsis a modo de avanzadilla, que ejerciera como goma de mascar adictiva entreteniendo las expectativas piccolianas mientras yo esperaba a que se encarnara el ideario perfecto, aunque debo reconocer que sufrí de grandes episodios de incertidumbre cuando la fecha de parir se iba acercando sin saber si la criatura teatral merecería la pena pero fue un acierto el título que elegí para bautizar este solo, ese título fue "Resilienza d'Amore" que traducido sería Resiliencia de Amor.
Mi vida es un acto de rebeldía, animado por la voluntad de “desmenuzar”, de saber lo que se esconde detrás de la apariencia de las cosas, como si la vida fuera una cebolla, a la que vas a quitar capas, para descubrir que al final no hay nada, solo la humedad de las lágrimas que has derramado.
Me he sentido sola, única en mi especie, como un anacronismo, un error. La poesía, el dadaísmo, el surrealismo, los primeros amigos, el primer amor… creía que me iban a confortar ante la adversidad. Así que mi trabajo fue en sus comienzos un acto para aprender a quererme a mí misma. Sin saberlo hacía y sigo haciendo una resiliencia de amor.”
(La Resiliencia es la capacidad de sobreponerse a la adversidad y a los acontecimientos traumáticos por muy duros que estos sean e incluso resurgir fortalecidos)
La polifacética actriz, que ha pasado de estar “Peor Imposible” musicalmente hablando, grupo que formó parte de la Movida Madrileña, a ser “Chica Almodóvar”, modelo de modistos tan reconocidos como Gaultier, saliendo en videos de personajes como George Michael, después volcó su carrera en Francia, y en los últimos tiempos ha aparecido en series de televisión como “Anclados”, y su último paso es “Resilenza d’Amore”, una perfomance (tal como lo define ella misma), que Rossy afronta sola en el escenario, bailando, cantando y actuando, sobre un guión y textos escritos y dirigidos por ella misma…
Y todo se concentra en el final, con las capas de la cebolla, y las cipollas rodando por el escenario como enloquecidas, como una metáfora de la vida… Pero ojo, que algunos espectadores pueden sufrir un cebollazo…
Así es la vida…