Hubo un día en el que Máximo Décimo triunfó como gladiador en Malta, y el Fuerte Ricasoli maltés se convirtió en la imponente Fortaleza Roja de Juego de Tronos. Así mismo, a las orillas del Blue Lagoon, la epopeya de Troya adquirió vida propia. Malta, con su espléndida belleza natural y su rica arquitectura histórica, ha sido el telón de fondo elegido por directores de cine para dar vida a estas y muchas otras historias que han cautivado al público en la gran pantalla. Como el mini-Hollywood del Mediterráneo, Malta ha forjado un legado cinematográfico donde la historia se entrelaza con la creatividad, cimentando su reputación como un destino inigualable para la industria del cine a nivel mundial.
Los primeros pasos de Malta en el cine
La relación entre Malta y el séptimo arte se remonta a las primeras décadas del cine. En 1925, el director Benjamin Christensen eligió las históricas fortificaciones de la isla, especialmente el Fuerte de San Elmo, como escenario para su película El diablo en el convento, marcando así un antes y un después en la larga historia de Malta en el cine. A lo largo de los años, la diversidad geográfica de Malta, que abarca desde antiguas ciudades amuralladas hasta impresionantes paisajes naturales, han sido un imán para cineastas sus localizaciones.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Malta también se convirtió en el escenario involuntario de su propia historia, cuando documentalistas y directores registraron la valentía del pueblo maltés durante los bombardeos aéreos en la película The Malta Story (1953). Esta producción otorgó al país un lugar destacado en la historia del cine bélico y fortaleció su reputación como un lugar de alto interés cinematográfico.
Malta como escenario internacional
En las últimas décadas, el archipiélago maltés ha albergado numerosas producciones cinematográficas y televisivas de renombre mundial. Algunas de las películas y series más destacadas que se han rodado en la isla van desde inicios de siglo. A principios del año 2000 fue cuando el coliseo romano cobró vida en Malta para la película Gladiator y, gracias a Ridley Scott quien filmó esta obra maestra histórica. La película ganadora del Oscar dejó una impresión imborrable en la mente de los espectadores y solidificó la posición de Malta como un destino inigualable para producciones de época.
Más tarde, en 2004, Brad Pitt y Eric Bana protagonizarían Troya. Una película basada en la antigua Grecia, que utilizó la belleza natural del Fort de Ricasoli o el Fort Manoel para recrear las antiguas ciudades de Troya y Micenas. Como curiosidad, para esta producción se construyeron decorados submarinos únicos que permitieron a los cineastas capturar las épicas batallas navales con gran autenticidad.
Años más tarde, en el año 2016, se rodó Assassin's Creed, una de las filmografías más esperadas en el mundo del cine en donde Malta tuvo el placer de convertirse en el escenario perfecto para ello. La película dirigida por Justin Kurzel utilizó las icónicas locaciones maltesas, como la ciudad de Mdina, para dar vida a la batalla entre los Asesinos y los Templarios.
Y por último, pero no menos importante, es necesario destacar la presencia de Juego de Tronos en tierras maltesas entre los años 2011-2019. Esta aclamada serie de fantasía de HBO eligió a Malta para representar varios de sus escenarios exóticos, incluyendo el desembarco del Rey y Pentos. La belleza natural de Malta y su rica historia proporcionaron el telón de fondo perfecto para esta épica saga.
Malta continúa siendo una elección idónea para directores de todo el mundo debido a su compromiso con la industria del cine, su versatilidad como escenario así como la calidez de su gente. Además, la colaboración entre el gobierno maltés y, la industria cinematográfica ha establecido un entorno favorable para la producción cinematográfica internacional. De esta manera, el futuro para Malta resulta brillante y prometedor como destino de referencia para el cine y la televisión.
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