En el Parque Nacional Avdat, en el corazón del desierto israelí del Negev, se plantó un innovador viñedo basado en antiguas variedades de uva endémicas.
El pasado 13 de septiembre de 2023 tuvo lugar un hecho histórico en el Parque Nacional de Avdat, un hito mundial que presenció la ministra de Protección Ambiental, Idit Silman. Se plantaron dos variedades de uva antiguas en el mismo viñedo donde se cultivaron originalmente hace mil quinientos años.
Las vides se recuperaron de semillas encontradas en excavaciones arqueológicas en Avdat realizándose una innovadora investigación de ADN, dirigida por el Prof. Guy Bar-Oz, de la Universidad de Haifa, y en colaboración con el Dr. Meriv Meiri, de la Universidad de Tel Aviv, e investigadores de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
Las variedades son exclusivas del desierto del Negev, donde se producía el vino, un caldo con gran reputación en todo el Mediterráneo y más allá durante el primer milenio d.C. La restauración de estos viñedos antiguos fortalece aún más la identidad del Negev como una región vinícola desértica con profundas raíces históricas y una tradición verdaderamente única de viticultura en el desierto.
El proyecto es una colaboración entre la Autoridad de Parques Naturales, la Universidad de Haifa, la Autoridad de Antigüedades, la Fundación Merage Israel y el Consejo Regional Ramat HaNegev.
El Parque Nacional Avdat, uno de los principales lugares de la Ruta del Vino del Negev, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO gracias a su papel en la Ruta Nabatea del Incienso, pero su patrimonio vinícola es igualmente impresionante. La ciudad de Avdat fue un importante centro de producción y exportación de vino en el mundo antiguo. Del siglo IV al VII d.C., la región era conocida como productora de vino de calidad en todo el imperio bizantino, en un momento en que el cristianismo se convirtió en la religión oficial del imperio. El vino de Tierra Santa y del Negev se exportaba hasta la actual Inglaterra.
Las variedades de uva descubiertas en la investigación genética incluyen dos variedades locales, Sariki y Beer, que son endémicas del Negev. La plantación del viñedo, a lo largo del Winepress Trail incluye la restauración de tres parcelas cerca de los cinco antiguos lagares que fueron descubiertos en el lugar.
Este viñedo renacido se estableció según la estructura tradicional de viñedos que era común entre los agricultores de Israel durante los períodos de la Mishná y el Talmud (siglos I-VII d.C.). El viñedo fue adaptado como modelo de un sistema histórico-agrícola basado en estudios implementados por agrónomos y arqueólogos israelíes durante años de investigaciones pioneras en el Negev.
Los viñedos ilustran los principios de sostenibilidad que caracterizan el cultivo en desierto.
Este proyecto es un hito en la historia del vino de la región, que se ha desarrollado enormemente en los últimos años, junto con el establecimiento del Negev Wine Consortium, por parte de la Fundación Merage Israel, con más de 40 bodegas desde el norte del Negev hasta Eilat. El consorcio es una plataforma para la cooperación, la colaboración y el desarrollo entre bodegas y viñedos y trabaja para promover el Negev como destino turístico y vitivinícola único. Actualmente, la fundación está trabajando con el Ministerio de Justicia para clasificar al Negev como región vinícola con Indicación Geográfica de Origen. También se espera que el Negev reciba reconocimiento internacional como ruta cultural de vino que fusiona la historia con la modernidad.
Actualmente, están en marcha planes para la plantación de las variedades tradicionales, Sariki y Beer, junto con las variedades ya conocidas y cultivadas por los miembros del consorcio, como Chardonnay, Chenin Blanc, Sauvignon Blanc, Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon y Petit Verdot.
La ministra de Protección del Medio Ambiente, Idit Silman, ha destacado: "Esta es la historia de la hermosa Tierra de Israel. El hecho de que hace 1500 años se produjeran, en el desierto, un millón de litros de vino al año y se exportaran al continente europeo es a la vez emocionante e inspirador. Hoy tenemos la capacidad tecnológica de plantar vides antiguas combinando métodos antiguos y modernos en el desierto y su importancia se enfatiza en una época de cambio climático. Hoy, a través del conocimiento, la experiencia y la innovación israelíes, podemos ser un ejemplo para muchos países que enfrentan desafíos climáticos. Es por eso que el Ministerio de Protección Ambiental, junto con la Fundación Merage y el Instituto de Innovación de Israel, lideran la comunidad de innovación DeserTech que coloca a Israel en el centro de soluciones, oportunidades y desarrollo económico sostenibles a nivel mundial. Es un gran privilegio para mí ser la ministra que encabeza la Autoridad de Parques y Naturaleza, y estoy feliz de ver que este hermoso y antiguo sitio, restaurado con gran encanto y arduo trabajo, brinda al público una visión única del mundo antiguo, en exposición para visitantes locales y de todo el mundo".
Eran Doron, alcalde del Consejo Regional de Ramat HaNegev, ha comentado: "Estoy emocionado de hacer realidad la visión toscana de Avdat, devolver la corona a su antigua gloria y renovar las terrazas de Avdat con viñedos de las variedades tradicionales que crecieron aquí hace 1.500 años. Ramat HaNegev está ahora en la vanguardia de la investigación y el desarrollo agrícola, incluyendo la vida y la producción de vino, sabemos cómo producir vino de calidad en un clima árido y traer al mundo soluciones innovadoras a los desafíos de la industria vitivinícola ante el cambio climático. Las variedades de uva tradicionales profundizan la conexión agrícola histórica en el Negev".
Prof. Guy Bar Oz, de la Universidad de Haifa, ha manifestado: "El Estado de Israel es pionero a escala mundial en el estudio del desierto. Este viñedo integra pasado, presente y futuro en el sentido más práctico, y encarna, de una manera tangible, el peso específico inherente al desarrollo agrícola sostenible y su efecto sobre los productos locales. Tras la plantación de estas variedades de vino ancestrales y las actitudes medioambientales hacia su cultivo, el viñedo contribuirá a mostrar las condiciones de los sistemas agrícolas antiguos y revelará el potencial del ingenio humano con las limitaciones de una región árida y la contribución única del desierto a las características de las uvas de vino del Negev. Más allá del valor patrimonial del vino del Negev, pasado y presente, estamos convencidos que con la creciente conciencia del cambio climático, existe un valor universal inherente en conocer de cerca las tradiciones agrícolas históricas adaptadas a las condiciones del desierto".