Antes de desembocar en el océano Atlántico, el río Tajo (Tejo en portugués) atraviesa la región portuguesa de Lisboa ofreciendo múltiples posibilidades de entretenimiento y ocio, como paseos en barco al atardecer, observación de aves o un recorrido por su orilla hasta la afamada Torre de Belém, entre otros.
Barco Varino Liberdade. Pasear por el río Tejo en este icónico velero, con capacidad para 40 personas, supone una experiencia única por su gran valor histórico y cultural. Se trata de uno de los nueve ejemplares de este tipo de barco que existen en el mundo y, en su origen, se utilizaba para el transporte de mercancías.
En 1988, el Ayuntamiento de Vila Franca de Xira recuperó la embarcación y la transformó en lo que hoy es un Núcleo Museológico con fines educativos, en el que se puede disfrutar de las bellezas naturales que el río Tejo ofrece.
Reserva Natural do Estuário do Tejo. Esta área protegida, conformada por más de 14.000 hectáreas, fue creada en 1976 y se trata de la mayor zona húmeda del país y una de las más relevantes de Europa. Es un refugio fundamental para numerosas especies durante la migración desde el norte de Europa hasta África, albergando de forma habitual a unas 50.000 aves acuáticas.
Es una parada ineludible cuando se visita Lisboa, una forma diferente de conocer la región desde una perspectiva mucho más natural. Algunos de sus principales atractivos son los miles de flamencos que lo visitan cada año, que componen un verdadero espectáculo visual; las Salinas do Samouco, ubicadas en la desembocadura del río; y el Área de Conservación y Observación de Aves, con diversas actividades y visitas guiadas.
Parque Linear Ribeirinho do Estuário do Tejo. Se trata de un parque de más de seis kilómetros de extensión, formado por senderos peatonales y ciclistas, donde es posible conectar con la naturaleza que envuelve el Estuário do Tejo y, a la vez, disfrutar de una variada oferta de ocio: parque infantil, cafetería, zonas de deporte al aire libre y observatorio de aves, entre otros.
Asimismo, en el parque se puede encontrar el Núcleo Museológico “A Póvoa e o Rio”, donde es posible revivir la historia de las civilizaciones pasadas que habitaron en el territorio lisboeta, así como las actividades que realizaban como la extracción de sal, el transporte fluvial o la pesca.
Paseo a las orillas del Tejo. Uno de los paseos obligatorios en Lisboa es el recorrido desde la Praça do Comércio hasta la Torre de Belém. Existen varias maneras de realizarlo: en tranvía, barco, bus, bicicleta o a pie y, lo que todas tienen en común, son unas maravillosas vistas del río Tejo durante todo el trayecto.
La manera más habitual de hacer el recorrido es en el tranvía número 15, con salida en la estación Cais do Sodré. Existen otros puntos de interés turístico durante el trayecto, como las Docas, el Museo de Arte, Arquitectura y Tecnología (MAAT) o el Padrão dos Descobrimentos.
Paseo en barco al atardecer. Una de las actividades más elegidas por los turistas en Lisboa es un paseo en barco por el río Tejo al atardecer. Existe una amplia oferta de embarcaciones que operan en la estación Sur y Sureste y que brindan esta experiencia a familias, amigos o parejas que desean vivir un recuerdo único. Muchas de ellas completan la experiencia con una oferta gastronómica y/o vinícola a bordo.
La excursión puede llegar a durar hasta dos horas, en las que un guía local informa a los pasajeros de los atractivos turísticos que se divisan desde el barco. Sin lugar a dudas, puede ser la opción más adecuada para una escapada romántica en el litoral lisboeta.