Se estima que el 22% de los españoles presentará molestias auditivas durante el verano, según una encuesta realizada por una empresa especializada en audición (Audika, empresa especializada en problemas auditivos).
Y es que en estos meses entran en juego factores que pueden dañar considerablemente los oídos. Por ejemplo, abundan más los conciertos donde los decibelios están muy por encima de lo recomendado (sepa aquí a partir de qué nivel suponen un riesgo) y, si se viaja en avión, los oídos soportan una mayor presión.
A estos hay que añadir los factores que aumentan el riesgo de otitis, que según esta encuesta ha sufrido alguna vez el 23% de los participantes. Esta inflamación del oído, generalmente causada por una infección, puede ser consecuencia de la entrada de agua en los oídos, ya que no todo el mundo se los seca bien tras salir del agua. Pero también puede deberse a los componentes químicos del cloro (en el caso de las piscinas en las que se usan estos productos), irritantes para el tímpano.
Asimismo, las corrientes de aire o los cambios de temperatura que se producen mientras nos bañamos pueden afectar a la audición al comprometer una zona tan delicada como el oído. Y lo mismo ocurre por el impacto que recibe toda la zona cuando nos tiramos al agua.
Consejo de Salud en 1 Minuto: Ya ve que es importante secar bien los oídos tras bañarse en la piscina, la playa o incluso después de ducharse. Para ello basta con utilizar una toalla y olvidarse de los bastoncillos, ya que con estos el agua acaba incluso más adentro. Y en el caso de que esto no sea suficiente y note que todavía hay restos de agua, pruebe a abrir mucho la boca (como si bostezase), para movilizar la zona hasta que el agua salga por sí sola.
(Extraído de https://www.saludnutricionbienestar.com/)