Aunque este verano está siendo un poco atípico, con inestabilidad en gran parte del país y temperaturas que suben y bajan en apenas unos días, la canícula (el período más caluroso del año) está aquí y está previsto que nos azoten varias olas de calor a lo largo de las próximas semanas.
En esos días de temperaturas máximas el calor se hace insoportable, impidiendo llevar una vida normal e incluso descansar por la noche, por lo que el aire acondicionado se convierte en una necesidad para muchos.
Sin embargo, no todo el mundo lo tiene, y muchos tampoco desean tenerlo, pues supone un gasto energético enorme (la humanidad gasta más en refrescarse que en calentarse a lo largo de todo el año) y además con frecuencia produce resfriados, dolores de garganta…
Lo cierto es que existen medios muy eficaces (y mucho más saludables) para combatir el calor sin perjudicar a la salud. Hoy he querido recopilar unos cuantos consejos prácticos para que pueda tenerlos en cuenta y prepararse antes de la llegada de las temperaturas extremas.
Aunque algunos le parezcan un poco obvios, nunca está de más recordarlos, pues pueden ayudarle eficazmente a sobrellevar mejor el calor y conseguir que su casa esté más fresca este verano sin demasiado esfuerzo.
- Use ropa amplia y ligera. Los pantalones cortos y las camisetas de algodón no son la mejor opción cuando el calor aprieta. Al contrario: lo que hace con ellos es exponerse, además de al calor, a los rayos ardientes del sol, que pueden provocarle quemaduras y lesiones en la piel. Además, si son apretados le harán sudar todavía más.Sin duda los días de más calor debería vestir ropa cómoda, amplia, de larga (un pantalón o una falda, una blusa…) y de color claro; y si las prendas pueden ser de lino, mejor que mejor. Utilice también un amplio sombrero de paja de color claro.
- Si no aguanta el calor, dese una breve ducha fríao enfríe alguno de los “puntos de refrigeración” de su cuerpo (es decir, las muñecas o el cuello) aplicando sobre ellos un cubito de hielo cubierto por una tela o cualquier objeto frío. Verá cómo se repone rápidamente.
- Evite agitarse o realizar grandes esfuerzos físicos, y mucho menos en las horas centrales de día (es de puro sentido común, pero nunca viene mal recordarlo…). Y, en cualquier caso, si va a realizar actividades al aire libre, lo mejor es que dedique unos días a aclimatarse, aumentando el tiempo poco a poco cada día y dando así al cuerpo la oportunidad de habituarse.
- Acuéstese más tarde, cuando la temperatura ya haya bajado un poco. Y asimismo, si puede, aproveche el frescor de la mañana para descansar un poco más o las horas de más calor para dormiruna siesta.
- Manténgase informado de la previsión del tiempo, lo que le permitirá adelantarse y prevenir sustos, e interésese por sus riesgos de salud personales(consulte con su médico si el calor supone un peligro especial para usted y qué precauciones extra debe tomar en ese caso).
Por supuesto, a todo esto hay que sumarle ciertas medidas básicas: mantenerse hidratado permanentemente, bebiendo sin esperar a sentir sed (ésta es un signo de deshidratación), y evitar el alcohol, la cafeína o los diuréticos en general, que deshidratan.
Asimismo, proteja siempre el cuerpo -y en especial la cabeza- durante las horas de más calor y trate de mantenerse todo lo que pueda a la sombra.
Hay que tener especial cuidado y prestar más atención a las personas vulnerables (sobre todo niños y personas mayores -por ejemplo, algún vecino que viva solo-). No deje nunca a un niño o a una mascota en el interior de un coche al sol.
(Extraído de https://www.saludnutricionbienestar.com/)