Si tienes hijos y estás buscando un destino para disfrutar de las próximas vacaciones en familia, no te lo pienses más y decídete por la República Checa. Podrás conocer algunos de los rincones más bonitos de Centroeuropa, gozar de unas temperaturas más que agradables, degustar la que para muchos es la mejor cerveza del mundo y hacer que tus hijos pasen unas vacaciones que tardarán mucho tiempo en olvidar. Toma nota de algunas de las opciones a las que podréis optar:
1. Si a tus hijos les gusta la historia…
Podéis visitar alguno de los parques temáticos checos que recuerdan cómo se vivía en el mundo rural e incluso en la Edad Media.
Si elegís el Centro de Artes y Artesanías y el jardín de plantas medicinales
Botanicus de Ostrá (Bohemia Central) tus hijos podrán conocer de primera mano cómo se desempeñaban oficios ancestrales como el de leñador, el de herrero o el de alfarero, entre muchos otros, al tiempo que vivirán en carne propia el ambiente de las antiguas aldeas checas.
Otra interesante propuesta es la del el
parque temático Zeměráj (Tierraparaíso), ubicado a unos 35 kilómetros de la ciudad de Tábor (Bohemia del Sur). A parte de descubrir cómo era la vida de los campesinos en la Edad Media, podrán participar en divertidas actividades como caminar descalzos por una senda de un kilómetro creada específicamente para los más pequeños, buscar un tesoro en el sitio arqueológico, encontrar el camino para salir de un laberinto de cuerdas en el bosque o asistir a una obra de teatro, entre otros.
Ambos parques están abiertos al público desde mayo hasta finales de septiembre.
2. Si tienen alma de científicos…
Pon a prueba sus conocimientos visitando alguno de los museos de la ciencia de la República Checa.
Si tenéis previsto ir a Pilsen para degustar la que para muchos es una de las mejores cervezas del mundo, aprovecha la ocasión para que ellos se diviertan en el
museo interactivo Techmania Science Center. A parte de intentar responder a preguntas como
¿qué te ocurre si te dan una descarga de 200 000 voltios? o
¿cuánto tarda un ladrón en abrir tu caja fuerte?, podréis visitar interesantes exposiciones dedicadas al mundo del agua y a sus múltiples funciones, otra que reta al visitante a resolver una treintena de rompecabezas, otra que se adentra en el mundo de los espías y, por último, la del moderno planetario que ofrece proyecciones en 3D.
Si vuestro viaje transcurre por la zona de Bohemia del Norte y visitáis la ciudad de Liberec merece la pena hacer una parada en el
Science Centrum iQlandia. Lo que más asombrará a tus hijos, a parte de las exposiciones que alberga sobre el mundo que nos rodea, el cuerpo humano o a las nanotecnologías, será el robot humanoide Thespian, único en su género en Chequia, que sabe desplazarse y habla cuatro idiomas. Si les gusta las emociones fuertes seguro que se animarán a probar el simulador de huracanes y terremotos con el que cuenta el centro.
3. Si les gusta la naturaleza…
Opta por un clásico que nunca falla: visita alguno de los zoológicos de la República Checa.
Sin duda uno de los mejores es el
ZOO de Praga, que en 2014 fue elegido por el reconocido portal TripAdvisor como el 7ºjardín zoológico más popular del mundo y uno de los más prestigiosos de Europa en lo que se refiere a reproducción de crías en cautividad. El parque cuenta con 12 pabellones y más de 150 secciones en las que viven más de 650 especies animales, entre las que se encuentra el único ejemplar de tortuga grabada (
Manouria impressa) que existe en un zoo europeo. Otra de las curiosidades que hará que tus hijos se queden con la boca abierta será el llamado Velemlokárium, o pabellón de las salamandras gigantes chinas, dónde viven algunos de los anfibios más grandes del mundo.
Pero si vuestro destino es Moravia no os podéis perder una visita al
ZOO de la ciudad de Zlín. Allí tus hijos tendrán la sensación de dar la vuelta al mundo en un solo día, viendo hasta 222 especies de 5 continentes. Además podrán dar rienda suelta a sus instintos dando de comer a rayas e incluso tocándolas. Para completar la escapada podréis visitar el precioso palacio Lešná o disfrutar de un picnic en el extenso parque palaciego.
4. Si les encanta el agua…
Lo mejor será aprovechar las buenas temperaturas del verano checo para disfrutar de un divertido día en alguno de los parques acuáticos de la República Checa.
Uno de los más espectaculares es el
Aqualand Moravia, situado en el municipio de Pasohlávky, cerca de Brno (Moravia del Sur). Su amplio recinto, inspirado en las termas romanas, cuenta con 12 piscinas, 20 toboganes, una bonita zona de wellness y muchos otros atractivos. Y si por casualidad ese día refresca, o por si quieres visitarlo en invierno, no te preocupes en absoluto ya que tus hijos podrán bañarse sin problemas en una de sus piscinas exteriores que se alimenta de una fuente geotermal cuya agua emana a 33 º.
Si optas por quedarte cerca de Praga, la mejor opción es el
Aquapalace Praha-Čestlice. Tus hijos podrán presumir de haber estado en el parque acuático más grande de Europa Central, y de haberse tirado por hasta 8 toboganes de hasta 140 metros de largo y de haber descendido por un río de agua brava. Un subidón de adrenalina completado con otras actividades como jugar a bordo de un parque pirata o sumergirse en una piscina con oleaje artifical. Además, mientras ellos se lo pasan bomba, vosotros podréis descansar del largo viaje en la zona de relax con jacuzzis con la que cuenta el recinto, o haceros algún tratamiento en su Wellness&Spa.