“INOUT VIAJES” aprovechó la estancia de la cantante en Madrid, a donde vino expresamente para actuar en el Expomanga 2015, y habló con ella, con la ayuda de una joven intérprete, de su pasado, su presente y su futuro.
Haruka es una mujer joven, menuda, frágil y con una sonrisa permanente. Pero luego, cuando se sube al escenario y coge su guitarra, se transforma en la rockera mayor de Japón, y su fragilidad se convierte en potencia, fuerza y… rock en las venas…
Es la reina del J Rock, sin lugar a dudas…
Haruka empezó a tocar el piano empujada por su madre, que era muy aficionada a la música clásica y decidió instruirla en ese estilo. Pero ella no estaba muy convencida y al llegar al instituto, comenzó a escuchar bandas de rock y le encantó…
¿Cuáles son tus influencias musicales?
- A los 14 o 15 años empecé a escuchar música rock japonesa. Mi banda favorita era Siam Shade. Y esa fue mi primera influencia. Después empecé a escuchar todo tipo de música, jazz, punk, pop…
Actualmente estás centrada en el rock…
Pero haces canciones románticas, baladas, concretamente en tu último disco, “Anthems”…
- ¿Las has escuchado en youtube?
Pues sí.
- Muchas gracias… (y realiza un cortés saludo inclinándose y juntando las manos)
¿Dónde se hace el mejor rock?
- En Japón (se ríe). Y en Estados Unidos. Aunque también en Europa hay muy buenos grupos, pero mis mayores influencias son del rock americano y del rock japonés.
Una mujer en el rock, hay que tener en cuenta que el rock es un género dominado por hombres, quizá un tanto machista en origen…
¿Es muy difícil para una mujer abrirse camino?
- Sí, es muy difícil. El problema es que mucha gente piensa que lo que hago no lo hago yo de verdad, que no canto de verdad, que no toco de verdad. El absurdo que piensen que por ser mujer no puedo hacerlo. Hago mis propias canciones, pero mucha gente sigue sin creerlo, dicen “eso solo lo pueden hacer los chicos”…
Pero es que además tocas la guitarra…
- Sí, así es. Toco la guitarra tanto en las grabaciones como en directo, y los solos de guitarra los hago en mis espectáculos. No sé qué más se puede hacer para demostrar que lo hago de verdad. Espero que poco a poco se puedan convencer que las chicas sabemos y podemos tocar rock…
¿El público es receptivo?
- Depende de donde toque. Cuando lo hice en Budapest, el público respondió muy bien y participó mucho en el concierto, pero en Japón se quedan parados, quietos, son un tanto pasivos.
¿En qué países ha actuado?
- Lógicamente en Japón y también en Hungría, ahora en España…
Pero has estado en Australia…
- Un año estudiando. No actué. Mis conciertos han tenido lugar en Japón y en Hungría. Y en España. Es la primera vez que estoy en España. Mi primer concierto en Madrid…
Le gusta mucho el flamenco, de hecho tiene una canción con toques de flamenco (al estilo de Japón) y le gusta especialmente un guitarrista japonés que interpreta flamenco, Jin Oki…
Habla inglés y escribe sus temas en japonés y en inglés para llegar a más gente en todo el mundo…
- En el futuro… me gustaría actuar en cualquier lugar. Evidentemente en Estados Unidos. Estuve estudiando allí en el instituto. Pero especialmente, me gustaría actuar en Francia, porque estudié francés como segunda lengua en la universidad… Por eso me gustaría ir a Francia a tocar.
Y para vivir
- Cualquier lugar de Europa, naturalmente Japón porque soy de allí, pero me gustan las aventuras, vivir experiencias, y para eso me gusta Europa.
No tiene una canción preferida, quizá el último disco, aunque todos sus temas se basan en sus experiencias vitales…
Ese último disco, “Anthems”, diez temas, de los que ella destaca “Hometown”, que escribió cuando tenía 16 años y vivía y estudiaba en Australia y “Raise Your Voice”(un temazo, de verdad). El disco tiene Rock y Pop, pero también algunas baladas…
Tiene grabados videos en japonés con subtítulos en inglés para que puedan seguir lo que está cantando.
El público en Japón es educado, pero callado y…
- No como en Hungría, que la gente es más pasional, más receptiva, y en España son parecidos. En Japón están tranquilos, muy educados, pero tranquilos… Lo que busco en los conciertos es que el público participe, que disfrute como yo, que haya conexión…
Al despedirse nos damos las gracias mutuamente con una reverencia. Después se incorpora de su asiento y nos acompaña hasta la puerta, donde vuelve a despedirse (siempre sonriente) y nos vuelve a dar las gracias (esta vez en español).
La cortesía oriental que esta mujer de apariencia frágil, practica de modo natural, sin exageraciones pero de modo cálido y amable.