Ambos se embarcaron a principios de 2013 en una aventura de transformación de una casa vacacional en un hotel de campo ubicada en Regencós, Girona. Se trata de una casa con historia, no únicamente ligada a su familia, una casa que data de 1.704 y que se abre al público como hotel rural en agosto de 2013 y a fecha de hoy, Hotel Ecológico de 4*.
Respetando el nombre de su antiguo propietario cuando aún era una casa de labranza, "Casimiro" se convierte en Casi, un nombre que a ellos mismos les transmitía buenas sensaciones y sentimientos: “Quisimos dejar el nombre del antiguo pagés por ser un buen hombre que transmitía buen rollo”, cuenta María Emma.
Can Casi cuenta con cinco habitaciones: Love, Enjoy, Keep calm, Smile y Happy a las que se accede por un salón común. En el caso del dormitorio Happy se accede desde el exterior de la casa puesto que está ubicada en el antiguo pajar de la Masia, anexo a la casa y con jardín independiente. También la más rústica gracias a haber mantenido la piedra y la antigua madera del pajar. La habitación Love, es la suite de Can Casi, la estancia más espectacular y grande en formato dúplex.
En Can Casi se sirven desayunos y románticas cenas en la agradable terraza del jardín con grandes dosis de sol en verano y el calor de su gran chimenea en invierno. Comidas ecológicas cocinadas en la casa con productos de calidad de la zona.
"Somos un hotel donde se cuida hasta el más mínimo detalle”. Sus propietarios están pendientes del bienestar del huésped con un trato cercano y familiar. “Somos el tipo de hotel al que nos gustaría ir y tratamos a nuestros clientes como nos gustaría que nos trataran”, afirman madre e hijo.
Can Casi tiene una situación privilegiada, ubicado en las tierras del Empordá, concretamente en la localidad de Regencós, un lugar perfecto para la desconexión y el relax a cinco minutos de las bonitas calas y playas de la Costa Brava.