Rusia no es precisamente el país que mejor esté afrontando los últimos tiempos, al menos en términos turísticos. Desde la conferencia Visión Moscú 2015 se ha anunciado que la cantidad de pasajeros rusos que optarán por las líneas de bajo coste aumentará de forma notable en los próximos años.
Para atraer al público Rusia tiene el objetivo de seguir marcando su relevancia en cuanto a la adopción de las últimas tecnologías. Ya ofrecen una experiencia muy automatizada en los diferentes pasos de los vuelos y sus aeropuertos están mejorando las instalaciones para ser más eficientes. A esto hay que sumar que se están proporcionando nuevas licencias de vuelo y que se apoya al sector low cost.
En este crecimiento también va a jugar un papel importante la expansión de firmas hoteleras de renombre internacional, en las que los viajeros de otros países se pueden sentir más a gusto por tratarse de empresas a las que ya conocen o cuyos servicios han llegado a probar.
En otro orden de cosas, el turismo ruso trata de crecer al responder a las necesidades de los viajeros. En el pasado año 2014 registraron un incremento muy elevado de turistas procedentes de China. El país había sido bastante moderado en cuanto a recibir turistas de Asia, por lo que este es un buen cambio, sobre todo teniendo en cuenta el valor que los turistas chinos tienen que aportar, según las previsiones, a las principales naciones del mundo.
Rusia tiene asignaturas pendientes en cuanto a la mejora del turismo, pero los últimos informes que han sido presentados esta última semana confirman de forma muy sólida que el trabajo que se está realizando es positivo. En poco tiempo las aerolíneas WizzAir, EasyJet o Vueling van a tener lleno el mercado de propuestas de bajo coste que resulten atractivas para todo tipo de viajeros. Sus ofertas está previsto que tengan una especial repercusión sobre todo en la red, territorio en el que las autoridades rusas han afirmado que tienen la mayor oportunidad de crecimiento, dado que el país está formado por una mayor parte de población que tiene costumbre de acceder a Internet.