La estación andorrana propone cenas bajo las estrellas, alojamientos en medio de la naturaleza y excursiones a paisajes espectaculares
Febrero es el mes del amor. ¿Y qué mejor que celebrarlo en un entorno privilegiado, rodeados de naturaleza y en un escenario de lo más íntimo y romántico? Esto es lo que ofrece Grandvalira para San Valentín.
Cada detalle cuenta, desde el alojamiento a la comida, pasando obviamente por las actividades en la montaña, para lo que el entono ayuda, y mucho, a crear la atmósfera romántica que estás buscando.
Cena bajo las estrellas
Esta temporada, Grandvalira ha estrenado la Clicquot Bubble Experience, una auténtica burbuja transparente en medio de la montaña. Se trata de un pequeño enclave gourmet al que se llega después de ser recogidos a pie de pistas con un todoterreno. La cena consiste en un menú degustación maridado con champán Veuve Clicquot que incluye platos tan apetecibles como steak tartar de vaca ecológica o bogavante con papada ibérica y caviar.
Dormir en plena naturaleza
Dormir en Grandvalira es una experiencia fascinante. La propuesta viene de la mano de Epic Andorra, que ofrece no solo la oportunidad de alojarse en espacios singulares sino también de practicar actividades y realizar catas gastronómicas.
El Domo Lodge, por ejemplo, es un iglú caliente con un enorme ventanal que permite disfrutar de la montaña y el cielo nocturno. Además, esta temporada incorpora un jacuzzi para hacer la estancia aún más especial. La Cabana Piolet, por su parte, nos pone en contacto con el niño que fuimos al permitirnos dormir en un espacio que simula una cabaña en el árbol.
Actividades que enamoran
Grandvalira ofrece multitud de actividades para realizar en pareja: para los más esquiadores, para los amantes de los animales, para los más aventureros… Las opciones son infinitas.
Para sentirse conectados con la naturaleza, nada como practicar mushing, un trineo tirado por perros en el cual podremos ir con nuestra pareja mientras un guía nos lleva por una íntima ruta en la que los únicos sonidos que oiremos serán los perros corriendo por la nieve.
Si preferimos otro tipo de emoción, más cañera, podemos subirnos a una moto de nieve, de día o de noche, en la que podremos recorrer la montaña salvaje guiados por un monitor que nos indicará los caminos que debemos seguir.
Un secreto que guardan Grandvalira Mountain Park y Adventure Center, los responsables de las actividades en la estación, es la posibilidad de realizar una parada sorpresa para impresionar a nuestra pareja con un pequeño picnic en medio de la naturaleza. Y, además, si nos cuesta decidir qué actividad realizar, Grandvalira dispone de paquetes de experiencias que nos ayudaran a no tener que elegir.
Otra opción de lo más original es el vermut sherpa, un plan romántico para los más aventureros, ya que, con la ayuda de un GPS, deberán encontrar el cofre del tesoro: un delicioso aperitivo a base de alimentos y bebidas de la más alta calidad.
Para las parejas amantes del esquí, o para las que aún no lo son pero quieren serlo, Grandvalira ofrece un servicio exclusivo Top Class, con el que las parejas recibirán un curso impartido por monitores que cuentan con las máximas titulaciones y que les ayudarán a aprender, mejorar y perfeccionar su nivel de esquí descubriendo a la vez los rincones más imprescindibles del dominio.
¿Y qué mejor que ser los primeros en pisar la nieve por la mañana? Cuando el silencio es total y la montaña apenas está despertando, Grandvalira ofrece la oportunidad de bajar por la pista con el único sonido de los esquís deslizándose por la nieve.