El doble campeón del mundo del Freeride World Tour, Aurélien Ducroz, nacido en el Mont-Blanc, participa en la Jacques Vabre, una de las travesías atlánticas, en barco a vela, más importantes del mundo. Su llegada está prevista hacia el 5 de diciembre, y responde a algunas cuestiones
Creciste en las montañas de Chamonix, ¿Confías en ti mismo y en tus conocimientos de forma diferente allí que en el mar?
Lo uno alimenta lo otro. Por supuesto, mi nivel de confianza sigue siendo diferente en la montaña y en el mar. Tengo 30 años de experiencia y conocimientos en la montaña y sólo 10 en el mar. Durante mi primera Transat, me daba un poco de pánico el hecho de cómo afrontarla y luego, día tras día, empecé a darme cuenta de que, en general, la navegación y el esquí son muy similares. Se trata de ir del punto A al B; y, en el medio, se trata de manejar elementos. La forma en que abordé el proyecto se volvió más natural y menos aventurero. En la montaña y con los años, tengo cierto instinto y hago algunas cosas de forma natural. Estos hábitos para gestionar, anticipar y entender los elementos también resultan muy útiles en el mar.
El senderismo y la escalada, en la montaña; y, la travesía del Atlántico, ¿Son sensaciones diferentes en el proceso, al llegar a la cima o la meta?
La meta es una cuestión de perspectiva. En una regata de vela, la meta es el final, eso es todo. En la montaña, la cima es sólo la mitad del viaje. Esto es muy importante y una de las razones por las que muchos accidentes sólo ocurren en el descenso. Mi preparación personal es muy similar cuando me preparo para un viaje en la montaña o en el mar. La experiencia desempeña un papel importante y luego, trato de tender puentes entre ambos deportes; especialmente con la vela, que es definitivamente más técnica y, en términos de tiempo, mucho más larga. Estos puentes son muy importantes para mí, para aportarme confianza. Sin embargo, hay una cosa muy diferente. En la montaña, rara vez estoy solo, normalmente hay uno o varios compañeros. En la navegación en solitario, esto es mucho más difícil de afrontar, porque no estamos hechos para estar completamente solos; y, durante bastante tiempo, unos 17 días para la Route du Rhum. Esto supone realmente una responsabilidad.
¿Te has llevado algo de la montaña al mar? Por ejemplo, el mismo enfoque en la preparación, la investigación, la actitud, etc.
Todo, absolutamente todo.
¿Qué es lo más valioso que te ha enseñado la montaña respecto a ti mismo como escalador y alpinista?
La humildad. Comprender el poder y el peligro de la montaña es la clave y la primera cualidad para anticiparse y aprehenderlos mejor.
¿Para tu carrera, qué significa la confianza? ¿En qué confías para actuar con seguridad?
La confianza significa mucho, es la base de todo. Las actuaciones se basan y se construyen en la confianza, debes confiar en ti mismo para ir más allá, tienes que confiar en tu equipo para ir más allá. La confianza es la clave de la autosuperación.
¿Qué es necesario para crear confianza?
No estoy seguro de tener la receta mágica; sin embargo, para construir la confianza lo primero que hay que hacer es definir el objetivo y, luego, definir el camino hacia el objetivo. La confianza se construye paso a paso, la confianza crece con tu evolución. La confianza tarda en llegar y puede desaparecer rápidamente.
¿Cómo crees que influye el tiempo en la construcción de la confianza?
Como he dicho antes, la confianza tarda en llegar y puede desaparecer en un segundo. Como esquiador o navegante, me ha pasado muchas veces que he perdido esa confianza y siempre ha sido por querer ir demasiado rápido.
¿Has perdido la confianza alguna vez?
Son muchos los momentos en los que he perdido la confianza porque quería ir demasiado rápido. Aquí hay algunos ejemplos, todos ellos representan grandes aprendizajes para mí. En la última Transat Jacques Vabre, estábamos muy confiados y seguros de nuestras cualidades con un gran entrenamiento, velas nuevas, etc. Pero sucedió que, al cabo de unos días habíamos roto todas nuestras velas. Otra vez ocurrió, durante mi primer año de navegación. Empecé con poco entusiasmo, navegaba mucho solo y tenía la sensación de manejarlo bien. Sentía tanta confianza que, al cabo de unos meses, emprendí mi primera regata en solitario y desarbolé después de un día. Hubo algunos problemas técnicos, no fue sólo culpa mía, pero aun así había querido avanzar demasiado rápido y había recortado gastos.
Ya antes, con los esquís, tuve uno de esos momentos en los que era fuerte físicamente, leía perfectamente el terreno y tenía resultados sólidos. En una competición, quise impresionar e interpreté mal el terreno, dando un salto hacia las rocas. Sin duda, me confié demasiado. Después de un suceso como este, necesité, en primer lugar, rehacerme físicamente y luego mentalmente; pero recuperar la confianza y la seguridad es entonces sólo cuestión de mucho tiempo, avanzando paso a paso. Ahora, me tomo un poco más de tiempo preservando la confianza que he ganado y haciéndola crecer.
¿Qué papel tiene la resiliencia en la creación de confianza?
La resiliencia ejerce un gran papel; ser capaz de aceptar, entender y más aún, anticipar todo lo que puede suceder en el camino hacia tu meta forma parte de esta construcción de la confianza. Es algo en lo que realmente estoy trabajando, en la vela y, especialmente, en la vela oceánica donde pueden ocurrir muchas cosas. Pues, las regatas son largas y como siempre digo: "mientras la línea de meta no esté detrás no hay nada hecho".
¿Cómo consigues que tu equipo confíe en ti, y cómo describirías el vínculo que se crea cuando lo hace?
Haciéndoles participar plenamente en el proyecto, escuchándole y aportándole la confianza necesaria para construir la suya. Y, así, cuando eres capaz de hacer que todos sientan que están en el lugar adecuado, que son imprescindibles, serán capaces de superarse y hacer que tu confianza crezca.
¿Qué dificultades o retos puede superar la confianza? ¿Has hecho frente a algún contratiempo que, a la vez, te haya hecho confiar en tus propias capacidades?
La confianza puede ayudar a superar muchos retos como, por ejemplo, lesiones, fallos o incluso errores. Recuerdo una competición en Rusia, en 2011. Estaba liderando el campeonato del mundo y sólo faltaban dos pruebas, pero el día antes de la carrera tuve un gran desgarro en el cuádriceps. El médico fue claro. Debía dejar de esquiar durante dos semanas; lo que significaba abandonar la carrera y, por supuesto, el título de campeón del mundo. A la mañana siguiente, le pregunté al doctor: ¿Qué ocurriría si intentara esquiar sólo con la otra pierna, ¿qué sucedería si me ataras un vendaje fuerte en la pierna para poder esquiar, de cara a conseguir algunos puntos y seguir compitiendo por el título de campeón del mundo? Y, eso es lo que pasó. Conseguí esquiar no con mi pierna sino con mi confianza, sin desgarrar más mis cuádriceps y conseguir los puntos suficientes para disputar el título en la última carrera. Ese día comprendí lo importante que era la confianza y lo mucho que puedes hacer cuando cuentas con ella.
¿Por qué es importante confiar en la ropa?
La confianza se construye sobre muchos factores. Uno de ellos, es el entorno donde el equipo es un factor clave. En la vela oceánica se habla mucho sobre la importancia de cuidar las embarcaciones; no obstante, antes debe tenerse en cuenta el propio navegante y cómo conseguir las mejores condiciones para que el barco vaya rápido. Por eso, contar con la ropa adecuada es crucial. No tenemos mucha comodidad a bordo y por eso, una vez más, la ropa es realmente importante. Todas las piezas son importantes, desde la primera capa hasta la última. Hoy tengo la oportunidad de no preocuparme por eso porque sé que llevo lo mejor y, eso, puede marcar la diferencia.
¿Cómo sabes que algo es posible o no?
No sé y no me importa saber si es posible o no. Si quiero, haré todo lo posible para que lo sea. No me gusta que me digan que no es posible. Mientras no se intente, no se sabe.
¿Fue ésta su actitud hacia la navegación, la que le permitió competir en alta mar, en grandes regatas?
Es fácil y difícil, al mismo tiempo. Fácil, porque sólo se trata de tener fe en lo que hago e intento conseguirlo. Difícil, porque se trata de no perder la fe. En muchas ocasiones pensé que podría conseguir construir un proyecto fuerte, pero, al final, no pudo ser. Se necesita mucha tenacidad. Seguir adelante es la única opción.
¿Qué desearías hacer posible este año?
Construir mi barco para un proyecto propio; y, seguir haciendo proyectos eficaces, TJV y RDR. Quiero ser el primer esquiador que gane la Transat Jacques Vabre.
¿Qué tan importante es la confianza cuando se trata de hacer las cosas posibles?
La confianza te hará más fuerte de lo que crees
¿Tienes algún sueño o ambición que requiera de confianza para hacerlo posible?
Sí, por supuesto, muchos, y es la confianza la que me llevará a ello.
¿Cómo te preparas para lo que crees posible o imposible?
Siempre trato de reducir todas las dudas analizando antes de ir; y, así las cosas, imposibles se convierten, poco a poco, en posibles.
¿Qué sientes cuando consigues algo, grande o pequeño, de forma individual; hay algo que creías imposible y lograste por ti mismo?
He conseguido muchos objetivos individualmente gracias al deporte, pero, al final, incluso en el deporte individual, siempre hay gente a tu alrededor que te ayuda. Y, así esos logros individuales se convierten en logros de equipo. Convertirme en navegante, esto es algo que creía imposible no hace mucho tiempo. Soy un esquiador nacido en Mont-Blanc (Chamonix), que está construyendo un barco para la Route du Rhum. Esto es para mí algo todavía increíble.
¿Qué sientes cuando consigues algo, grande o pequeño, en equipo; hay algo que creías imposible y lograste gracias al equipo?
Una victoria en equipo es muy especial; a pesar de que, como ya he dicho, incluso en solitario estás en un equipo. La victoria en 2015, en el Tour de Francia, fue mi primera prueba por equipos y lo que conseguimos en esta carrera fue sencillamente increíble. La compenetración que crece a lo largo de la prueba; el nivel de cada uno que aumenta, gracias a los demás; esa euforia que se apodera de nosotros y nos permite soñar y esperar mucho más de los objetivos iniciales; y, al final, nosotros que éramos los pequeños de la carrera, ganamos la gran final y terminamos al pie del podio con el premio al espíritu de lucha. Esta experiencia de equipo la recuerdo a menudo porque me hizo crecer y progresar mucho.