La noche de los difuntos, de Todos los Santos, la tradicionalmente conocida como “de los Finados” o la celebrada Noche de Halloween es siempre un acontecimiento especial en Las Palmas de Gran Canaria. Haciendo gala de su condición multicultural, este año, gracias a la evolución sanitaria de la pandemia, la capital grancanaria se embarca en la celebración de una velada única, con tantos matices como el propio carácter de la urbe: fiel a sus tradiciones y, al tiempo, abierta a influencias externas.
El Don Juan en Vegueta
Una de las estrellas más rutilantes de la noche es, sin duda, la representación del Tenorio de Zorrilla: cuatro plazas del barrio fundacional de Vegueta acogen la representación dirigida por la británica Tamzin Townsend, y con Fran Perea y Nuria López como protagonistas.
Cada año, el Don Juan toma el casco histórico de la ciudad para mostrar un perfil diferente, ya sea clásico, vanguardista o incluso rockero. En esta ocasión, y 16 años después del comienzo de esta celebrada costumbre, Townsed asume los mandos de la nueva propuesta que se desarrollará a lo largo de las plazas de Santo Domingo, el Pilar Nuevo, San Agustín y, cómo no, la icónica Santa Ana, en donde se levantan las Casas Consistoriales y la Catedral.
De este modo, el público paseará con la obra, eso sí, con el aforo limitado de 400 personas y bajo reserva previa en lpacultura.com, la organización (la Sociedad de Promoción de Las Palmas de Gran Canaria, con la producción de DD&Company).
Esta es, desde luego, una de las citas más características de la Noche de Ánimas en Las Palmas de Gran Canaria.
La tradición canaria de Los Finados
Lejos, pero no tanto del casco urbano de Vegueta, el pueblo de San Lorenzo celebra una Noche de Finados mucho más tradicional. Esa es la denominación canaria de esta velada plagada de tintes mágicos que en las Islas y en la ciudad siempre se han celebrado con castañas asadas y el típico tanganazo de ron, pero que este año se limita a la música tradicional. Se deben respetar aún las medidas contra la pandemia por lo que ni la organización ni los propios vecinos pueden repartir comida o bebida.
No obstante, las agrupaciones folklóricas PellaGofio y Granjeros animarán la velada en un barrio que en realidad es pueblo, y que pertenece al municipio de la capital grancanaria desde la década de los años cuarenta del siglo pasado. Este núcleo mantiene su propia identidad y vela por las tradiciones locales. Su plaza es un referente para esta suerte de ocasiones, como también ocurre con sus famosos y sonados fuegos artificiales en el mes de agosto.
Noche de ánimas en el Teatro Pérez Galdós
El Teatro Pérez Galdós es, en contraste, el emplazamiento de gala para celebrar esta Noche de Todos los Santos en la ciudad con la representación de Música para una noche de ánimas con la Orquesta Sinfónica del Atlántico. El público podrá disfrutar de una propuesta escénica multidisciplinar con danza, iluminación especial, vídeo mapping y un amplio repertorio de clásicos relacionados, de una manera u otra, con la muerte.
En conjunto, se presenta un ambiente mágico e irreal, especialmente apropiado para la fecha en el que el teatro también será protagonista bajo este hilo conductor musical.
De este modo, la cultura clásica, junto con otras formas de manifestación artística más modernas como el vídeo arte, aúnan fuerzas en una nueva demostración de la capacidad de la ciudad para una programación cultural siempre al día.
Disfraces en la calle
En los últimos años, los locales de las zonas comerciales abiertas de la capital grancanaria, la Calle Mayor de Triana y su entorno (en el área histórica) y la Avenida Mesa y López (en la zona Puerto), suelen celebrar Halloween como si fuera una extensión del célebre Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria: sus comercios colocan en el escaparate un variado abanico de opciones para el disfraz o las compras.
Sin embargo, las celebraciones propias de otros años también están limitadas en esta ocasión. A pesar de ello, tanto jóvenes como familias realizarán la habitual escena del paseo con un disfraz a juego que conseguirá crear una velada singular como pocas en la ciudad. La infancia y su inocencia a la hora de disfrutar de esta noche contrastan con las visiones que acercan las ánimas al público adulto.
Como ocurre en tantas otras ocasiones, Las Palmas de Gran Canaria cocina su carácter en una mixtura de influencias a las que tampoco permanece ajena en esta noche. Eso sí, el 1 de noviembre se reserva aún por parte de muchas familias para visitar los cementerios y recordar a sus seres queridos. Los camposantos de Las Palmas (en Vegueta) y el Cementerio Inglés revelan la influencia de otras culturas en la propia historia de la ciudad. Hasta el punto de que están declarados como Bien de Interés Cultural.