Con la llegada de septiembre parece que las vacaciones llegan a su fin, pero en realidad solo dan paso a una nueva temporada en la que descubrir otro tipo de turismo. Las Islas Baleares son el mejor lugar para dejarse maravillar no solo por sus playas o paisajes si no por su gastronomía. El Enoturismo balear ofrece una experiencia única en cada una de las zonas que lo conforman y, gracias al mar mediterráneo, gozan de un sabor único e inconfundible.
El cultivo de la vid lleva una larga trayectoria de generaciones a sus espaldas. Todas ellas han sabido amoldar las técnicas modernas y milenarias para conseguir el sabor por el cual se caracterizan. Sin embargo, y a pesar de ser un factor determinante, las técnicas empleadas no son las protagonistas pues para poder disfrutar de un buen jugo es necesaria una buena uva. A las variedades de viña autóctona como Mantonegro, Callet o Fogoneu se han unido especies francesas y variedades tradicionales de la zona que han sido recuperadas.
Las Islas Baleares cuentan con aproximadamente 1350 hectáreas de cultivo repartidas entre ellas. Las características geográficas de cada una de ellas, unida a un clima favorable, dan como resultado distintos tipos de vinos con un sabor incomparable: Vino de la Tierra Mallorca (con bodegas en Alaró, Algaida, Andratx…), Vino de la Tierra Serra de Tramuntana-Cost Nord, Vino de la Tierra Isla de Menorca (con bodegas en Ciutadella o Alaoir, entre otras), Vino de la Tierra Ibiza (con bodegas en Sant Antoni de Portmany y Santa Eulària des Riu) y Vino de la Tierra de Formentera (con bodegas en el Pilar de la Mola y Cap de Barbaria). Además, las Islas Baleares cuentan con dos denominaciones de origen, D.O Binissalem y D.O Pla i Llevant, vinculadas a la tradición del vino.
Por si esto fuera poco, los isleños llevan más de 200 años preparando de forma casera el licor de hierbas con plantas silvestres como el hinojo, el romero, el anís o la hierbabuena. Hoy en día, esta bebida disfruta de una localización geográfica protegida: Hierbas de Mallorca, Palo de Mallorca, Hierbas Ibicencas y Gin de Menorca, formando, todas ellas, parte de la historia balear.
Actividades y visitas excepcionales
Visitar bodegas con tradición familiar, saborear y disfrutar de los mejores vinos acompañados de una cocina tradicional en lugares que transportan al pasado, alojarse en zonas clave de la historia vitivinícola, realizar excursiones en bici o a pie por los viñedos…Son muchas las opciones que ofrece este destino para divertirse hasta el último minuto y descubrir la arquitectura rural y tradicional de la isla.
Los cellers o antiguas bodegas son el mejor lugar para degustar el sabor de la tierra. Se han convertido en iconos de la gastronomía mallorquina y en ellos pueden probarse platos de vanguardia o de tradición, marinados con los mejores vinos de la zona. Un ambiente acogedor que se consigue gracias a la decoración y a las barricas antiguas empleadas para el almacenamiento del vino.
Además, hay una gran variedad de eventos a los que asistir para vivir la experiencia del turismo enológico al máximo, como la Fiesta de la Vendimia de Binissalem en Mallorca, la Fiesta de la vendimia de la bodega Hort de Sant Patrici en Menorca o el concurso anual celebrado en Formentera. En Ibiza se tiene la oportunidad de asistir en diciembre a la Fiesta del vino de Sant Mateu, donde los payeses presentan el vino joven del año y en esta misma fecha, en Mallorca, la Bodega Macià Batle organiza la Nit de l´Art donde se presenta la nueva etiqueta creada por un artista internacional. Esta localización alberga también en noviembre la Fiesta del Vi Novell de Santa Maria y la Semana del vino de Felanitx con cursos de catas, degustaciones y presentación de los vinos de D.O Pla I Llevant.
Otra actividad que no puede pasarse por alto en esta visita es la exposición itinerante de BOTART. Un viaje visual que rinde homenaje a la cultura del vino y por el que se pretende trasladar a todos los asistentes a los países de Europa, Asia y América a través de barricas de vino, donde artistas mallorquines o residentes internacionales en la zona dejan plasmada su inspiración.
Vinoterapia
La mejor manera de relajarse en el archipiélago es sin duda con la vinoterapia. Se pueden encontrar una amplia variedad de hoteles y spas que ofrecen tratamientos naturales realizados con este elixir. Sin duda, es el mejor lugar para culminar el viaje y empaparse, literalmente, del sabor de la tierra. Lugares que unen en un mismo lugar las riquezas naturales de la isla, los beneficios de los balnearios tradicionales y las nuevas formulas de cuidado y bienestar.
Tanto artistas locales como internacionales se han dejado embriagar por todas las sensaciones que esta bebida despierta en ellos y les ha servido de inspiración para la creación de etiquetas que otorgan a este licor más personalidad si cabe. Miquel Barceló, Gary Baseman o Erwin Bechtold son solo algunos de los ejemplos.
Sin duda, el Enoturismo que ofrece esta comunidad no deja indiferente a nadie y en esta época del año es el destino perfecto para probar los vinos jóvenes y tener la oportunidad de deleitarse con los colores de los paisajes vitivinícolas. Una experiencia única en la que conocer las anécdotas de las personas que hay detrás de la producción y de degustar sabores que solo ofrecen las especies autóctonas de las Islas Baleares.