Formado en sus inicios por el maestro de maestros Luis Irizar y con 35 años de experiencia en enseñas de la talla de El Chaflán, los hoteles Urban y Villa Real, los restaurantes Aspen y Florida Retiro o el grupo El Pradal, Joaquín Felipe es uno de los cocineros más respetados, instruidos e inquietos del panorama nacional. Antes de la pandemia ultimaba los detalles para inaugurar un restaurante gastronómico en los bajos del nuevo hotel Atocha Madrid, ubicado en el número 107 de la calle Atocha y perteneciente a la marca Tapestry Collection de Hilton. Pero el retraso en la apertura del hotel y las nuevas demandas del consumidor de hostelería le han hecho optar, por el momento, por un concepto mucho más canalla y acorde con el momento actual.
OFERTA MONOPRODUCTO
El estudio y la comprensión de la materia prima desde su origen para su adecuado tratamiento es una de las obsesiones de este chef apasionado del producto. A lo largo de su trayectoria ha destacado por sus trabajos con atún rojo, wagyu y cerdo ibérico y ha sido autor de un exitoso libro de recetas en torno a La Hamburguesa Perfecta (ediciones Oberon, 2014). Esta vez, se ha propuesto dignificar y poner en valor el pollo, un ingrediente humilde pero muy versátil, que gusta tanto para comer a diario en la oficina como para disfrutar el fin de semana en casa con amigos o familia y que, sin embargo, cuesta encontrar con la calidad y el esmero con los que lo prepara Joaquín en su local de Atocha. «La clave –asegura– está en tratarlo con el mismo cariño que a un producto noble», en su elaboración al vacío –con la que consigue controlar el tiempo y el punto de la carne otorgándole mayor jugosidad e intensidad de sabor– y en la salsa secreta con que lo macera previamente y que le da un toque especial.
CARTA DE DELIVERY Y TAKE AWAY
Aunque el trabajo en cocina implica cierta complejidad, la oferta es sencilla. Como plato principal se puede optar entre pollo asado campero de 1.8 kg (ideal para 4-5 personas) o de 1-1.2 kg (para 2-3 comensales), pollo frito “para flipar”, alitas fritas, pechuga empanada Villeroy, bocata de pollo a la romana, canelones “al estilo de la abuela Pilar” (rellenos de un suculento guiso de higadito de pollo y cebolla que se elabora lenta y amorosamente) o jamoncitos de pollo guisados en pepitoria. De entrantes se ofrecen caldo de puchero de pollo con garbanzos, ensalada de tomate, hummus de berenjena y unas muy tradicionales y sabrosas croquetas de jamón, pollo y huevo que bien podría haber preparado también en su día la citada abuela Pilar. Para acompañar la comida se pueden pedir patatas baby con mojo, patatas fritas con piel, mojo rojo, curry, mole o salsa extra de pollo asado y de postre hay flan de huevo, tarta de queso del Pirineo, sorbete de limón o una sencilla pero sublime piña natural con aliño de menta y miel. Y todo, desde el hummus y las salsas hasta los postres pasando, por supuesto, por el pollo, se elabora al momento en el propio local.
Los servicios a domicilio y de recogida en el establecimiento funcionan de martes a domingo a mediodía y en horario de cenas y para solicitar el delivery cuenta con su propia aplicación: MONTARELPOLLO.
OPCIONES PARA COMER IN SITU
Para quienes estén por la zona, el establecimiento de Atocha 107, un coqueto, alegre y especioso local, abre de martes a viernes a mediodía con una oferta de menú que incluye un principal a elegir entre pollo asado tradicional o pollo frito con mojo canario, un acompañamiento (patatas o ensalada) y flan casero de huevo. Además, los domingos a la hora del brunch ‘se monta el pollo’ gracias a una irresistible propuesta consistente en un completo menú que engloba caldo de puchero, croquetas, medio pollo frito con mojo y papas, medio pollo asado, piña con miel y bebida a elegir entre vino, cerveza o refresco. Todo ello arropado por el mejor ambiente y buen rock.