Aunque Venecia, París o las exóticas playas de países lejanos son los destinos que acuden a nuestro encuentro cuando pensamos en lugares románticos, existen muchos otros que, precisamente por no asociarse tan rápidamente a esa magia especial para dos, nos sorprenderán muy gratamente.
Este es, sin lugar a dudas, el caso de la preciosa Malta que, emplazada en el corazón del Mediterráneo, se presenta como el destino perfecto para realizar una escapada de San Valentín. Allí aguardan paisajes que quitan el aliento, pueblos con encanto llenos de historia y miles de pequeños detalles que hacen, de éste, un destino de lo más especial para conocer en pareja.
El recorrido se inicia en Valletta, la capital del archipiélago. Sus estrechas y angostas calles invitan a pasearlas de la mano, al tiempo que se descubren maravillosos palacios y edificios de estilo barroco, como la majestuosa Concatedral de San Juan donde habita “La decapitación de San Juan”, la obra más importante del renombrado pintor italiano Caravaggio.
Desde el Gran Puerto, los enamorados pueden embarcarse en una daghjsa, o embarcación tradicional maltesa, similar a las góndolas venecianas, que les guiará hasta las Tres Ciudades (Vittoriosa, Senglea y Conspicua) en una romántica travesía surcando el azul. Allí, concretamente en Vittoriosa, hallaremos Collachio Area, el lugar en el que vivieron los antiguos Caballeros.
Desde Valletta se accede a otro de los lugares más especiales y románticos del archipiélago: la ciudad de Mdina. Conocida como la ciudad del silencio, la antigua capital de Malta transporta al visitante en un verdadero viaje en el tiempo que puede recorrerse a pie o en coche de caballos. Una vez allí, merece la pena tomar un descanso en
Fontanelle Tea Garden, un elegante restaurante situado sobre las murallas de la ciudad, y cuya terraza ofrece unas inolvidables vistas de la puesta del sol sobre el Mediterráneo.
Cualquier viaje al archipiélago debe incluir una visita a Gozo, isla hermana de Malta que exhibe una naturaleza más salvaje, natural y exuberante. Contempla la fotografiadísima Ventana Azul o pasea la mirada al borde de escarpados acantilados junto a los que abrazarse a tu pareja será un placer. Las parejas de enamorados que visiten la isla pueden alojarse en el magnificente
hotel Kempinski San Lawrenz, un maravilloso hotel Luxury 5* que cuenta con un spa y un auténtico Hamman turco. Y es que en Malta, no podía faltar una merecida sesión
wellness para dos.
Otra cosa que tampoco debiera faltar en cualquier escapada de San Valentín que se precie es una cena romántica a la luz de las velas. Para ello, nada mejor que acudir a la bahía de St. Julian’s, ya de vuelta en Malta, donde existen multitud de opciones de restaurantes bordeando el agua. Con las luces de los barquitos tiritando sobre el mar y la luna oteando el horizonte, hallaréis la intimidad perfecta aunque la mesa se encuentre al aire libre.
En cuanto a alojamiento, no hay nada que se adecúe mejor al romanticismo de estas fechas que los hoteles boutique malteses, ubicados en casas históricas que han sido rehabilitadas y decoradas siguiendo sofisticados y delicados diseños.
La Valletta G-House es un apartamento boutique para dos, mientras
Divine Indulgence es una casa de pueblo del siglo XVI situada cerca del puerto internacional de yates en Vittoriosa. Podéis refugiar vuestro amor también entre el esplendor barroco de
Maison La Vallette o el lujoso confort de
Palazzo Vittoriosa.
Más info en:
www.visitmalta.com
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