Coloquialmente los conocemos como callos pero su nombre científico es heloma, una alteración de la capa córnea de la piel bien por sobrecarga o cualquier tipo de fricción. Las causas son varias así como las soluciones para eliminarlos, por ejemplo por medio de la cosmética. Las firmas California Mango, ORLY y BCL SPA cuentan con fórmulas probadas dermatológicamente con el fin de tratarlos, romperlos y finalmente regenerar la zona perjudicada.
Muchas personas recurren a las cremas (corporales e incluso faciales) para tratar la sequedad en los pies o bien las grietas en los talones, pero tenemos que tener en cuenta que la piel no es igual en todas las zonas del cuerpo y los pies sufren numerosas fricciones en nuestro día a día que provocan asperezas o durezas con asiduidad, por lo que requieren de productos exclusivos para ellos. Los llamados callos es uno de esos males que más problemas nos dan, produciendo una aglomeración de células que hace que la piel se vuelva más gruesa y dura. Los notamos cuando la piel está más seca de lo habitual y más escamosa, algunas veces incluso puede llegar a haber dolor y hasta sangrado.
Prevención y remedios caseros
Si no queremos que aparezcan los callos, lo primero que tenemos que hacer es revisar nuestro calzado y mantener nuestros pies hidratados en todo momento, sobre todo en temporadas de mucho calor. Un pie seco (xerosis) y agrietado es el caldo de cultivo perfecto para su aparición. Entre los consejos de la abuela más comunes están el de frotarse bien los pies con piedra pómez – que no puede faltar en ninguna ducha – o exfoliantes caseros y naturales con zumo de limón, agua de rosas, glicerina y bicarbonato de sodio, así como mascarillas de aceite de oliva virgen y aloe vera sobre nuestros pies, actuando toda la noche cubiertos por una toalla o similar, única manera de que estos la absorban y la hidratación sea completa. En los centros de estética también encontraremos solución a las callosidades, con envolturas y pedicuras que además nos relajarán con ligeros y suaves masajes, mejor si son orgánicas para potenciar sus propiedades curativas, ya que algunas llegan a calmar dolores, fomentar la eliminación de toxinas y favorecer la circulación.