Palermo, Puerto Madero, Recoleta, La Boca… Podríamos nombrar decenas de barrios porteños con una oferta turística muy interesante. Pero, si tuviéramos que nombrar una zona emergente en Buenos Aires, que está acaparando la atención de todos los locales, esa es sin duda Villa Crespo. Desde cafés, librerías y teatros hasta bares y restaurantes, este barrio acoge todo tipo de actividades. Cultura, ocio y gastronomía se dan de la mano para deleite de sus visitantes. ¿Quieres saber qué no te puedes perder? Sigue leyendo y te contamos porqué Villa Crespo es el nuevo place to be de Buenos Aires.
En pleno centro de la ciudad, Villa Crespo linda con Chacarita, otro de los barrios emergentes, Palermo, Almagro, Caballito y La Paternal. La actividad es incesante tanto de día como de noche y, por ello, se ha convertido en una zona muy frecuentada por porteños atraídos por la rica oferta del barrio.
Si lo tuyo son los libros, estás de suerte. Mandrágora Libros ofrece el espacio ideal para la realización de presentaciones, charlas, proyecciones, intervenciones y actividades de diversos escritores, artistas y profesionales. ¿Lo mejor? Relajarte con tu novela favorita mientras tomas algo en su bar. Si además te gusta la música, tienes que conocer Gould Libros y la Disquería RGS Music. El primero es una librería especializada en este arte, mientras que el segundo es un auténtico paraíso con más de 50 años de vida para los amantes de géneros como el jazz, el rock, el tango o clásicos. No podemos olvidarnos del popular Club Cultural Matienzo, un lugar lleno de actividades culturales con una propuesta gastronómica y de bar en un ambiente muy distendido.
Los cafés son también una parte importante de Villa Crespo. Café Crespín es el punto de encuentro elegido por músicos, dibujantes, artistas, familias y trabajadores en el barrio. Utilizan productos de temporada, hechos en su propia cocina. Café Malvón, por su parte, es desde 2009 todo un clásico en el barrio. Pastelería artesanal, panes de masa madre horneados a diario y comidas caseras, hacen las delicias de quienes les visitan.
Y un lugar especial que combina gastronomía y diseño es Yeite Café, un proyecto colectivo que vio la luz en 2014 con dos potentes mujeres al frente: la cocinera y pastelera Pamela Villar y la directora creativa Jessica Trosman. En el café encontramos productos de temporada con toques de Oriente Medio, desde especias y semillas hasta pan de pitta, yogur o queso feta. El local de al lado alberga el bunker creativo de Jessica Trosman (JT) donde vende sus creaciones, piezas básicas que se combinan fácilmente con las piezas más elaboradas de experta moldería.
La oferta nocturna es otro de los grandes atractivos del barrio. Teatros, bares y restaurantes y mantienen activas las calles de Villa Crespo, y es que, si durante el día la oferta cultural es más intensa, por la noche la gastronomía y el ocio son los dos protagonistas.
El restaurante Sarkis, de origen armenio es casi un lugar de peregrinación para todo aquel que visite el barrio. Casi 40 años lleva abierto este lugar que fusiona a la perfección comida libanesa, griega, judía y, por supuesto, armenia. Si lo prefieres también puedes acudir a 878 Bar, de cocina argentina y moderna; La Cava Jufré, una vinoteca donde encontrarás algunos de los mejores vinos elaborados de todo Argentina; o Velazco Disquería & Bar, un espacio donde disfrutar de buena música al tiempo que degustas sus cervezas artesanales, whiskies o vinos.
Si antes hablamos de cafés, nos dejamos el de San Bernardo para la escena nocturna. Inaugurado en 1957, este bar notable es un bar de barrio, donde además de café y bebidas, los vecinos del lugar jugaban al billar, dominó, dados o al buraco. Con el tiempo, ha ido acaparando la atención de los jóvenes, conocido entre ellos como “El Sanber”, hasta convertirse en uno de los lugares más frecuentados. Si bien se amplió la parte de atrás del bar, la barra y la oferta de la cocina siguen siendo las mismas de siempre, sencillas y económicas.
Los teatros son muy comunes en todo Buenos Aires, por eso Villa Crespo no iba a ser menos. NÜN Teatro Bar o El Arenal son ejemplos de lo que puedes encontrar en el barrio. Bares convertidos en teatros donde disfrutar de diversas artes escénicas mientras tomas algo. Microteatro fusiona el teatro con la alta cocina callejera. Obras de 15 minutos para un público de 20 personas, representadas en salas de 15 metros cuadrados. Una propuesta teatral diferente no solo por la duración sino también por la cercanía entre actores y público.
Por último, no podía falta la nota LGTB. En una ciudad tan concienciada y abierta a este público, se encuentran varios lugares dedicados a este colectivo. En Villa Crespo se ubica Casa Brandon, un espacio único con exposiciones, conciertos, obras de teatro y muchas otras actividades, desde recitales de poesía, hasta karaoke, siempre bajo la temática LGTB.