El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, y el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, han firmado un convenio por el que la sede del Cervantes de Tokio (Japón) será la Casa de España en los Juegos Olímpicos del próximo verano. Esta línea de colaboración para «unir deporte y cultura» podrá ampliarse a otras citas olímpicas o deportivas en el exterior, según avanzaron ambos en el acto celebrado en la sede central del Instituto, en Madrid.
El Cervantes de Tokio cederá diversas dependencias de su gran centro (auditorio, sala de exposiciones, aulas de español, restaurante…) al Comité Olímpico Español durante la XXXII edición de los Juegos Olímpicos, que se celebrarán del 24 de julio al 9 de agosto.
Allí el COE desarrollará actividades con federaciones, reuniones con deportistas, presentaciones y ruedas de prensa, actos culturales, etc. El Cervantes de Tokio será el punto de encuentro y de referencia para toda la representación española, que encabezarán S.M. el Rey y algunos miembros del Gobierno.
El Instituto «desea contribuir a que la presencia de España en los próximos Juegos Olímpicos sea un verdadero éxito», dijo García Montero, quien destacó el vínculo entre cultura, idioma y deporte: muchos estudiantes del Cervantes en todo el mundo, afirmó, se interesan por España y por el español a través de nuestro deporte y sus éxitos, sobre todo del fútbol, pero también de otras disciplinas.
Para Alejandro Blanco, convertir el Cervantes de la capital japonesa en la Casa de España «es un grandísimo honor que os agradecemos». Y sugirió ampliar este tipo de acuerdos a otras grandes competiciones deportivas internacionales.
García Montero recogió el guante y agregó que los 87 centros que tiene el Cervantes por todo el mundo «estarán muy agradecidos si contáis con nosotros».
LA CRISIS DEL CORONAVIRUS Y LOS JUEGOS OLÍMPICOS
De todos modos el presidente del COE se mostró preocupado por la extensión del coronavirus, aunque espera que remita y se resuelva y se puedan celebrar los Juegos sin ningún problema. "Estamos encantados e ilusionados, pero también un poco preocupados por lo que está pasando en Japón" y remarcó que “Si vamos a los Juegos habrá el cien por cien de seguridad de que el coronavirus está controlado".
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