Palma de Mallorca vive la Navidad luciendo todos sus encantos. Unos atractivos que combinan su cultura popular con la cara más sofisticada de la capital balear y que en temporada baja pueden disfrutarse en toda su plenitud, lejos de aglomeraciones y multitudes. Una ciudad viva y cautivadora que ofrece a residentes y turistas un completo programa de actividades navideñas, que van desde lo más tradicional hasta lo más cosmopolita y moderno.
El espectáculo del encendido de luces navideñas del 28 de noviembre inaugura un mes en el que poder disfrutar de tradiciones muy señaladas, entre las que destacan la Ruta de los Belenes, el Canto de la Sibil·la, los numerosos mercadillos navideños distribuidos por la ciudad y la oportunidad de deleitar los paladares con los productos de la gastronomía típica local para las fechas navideñas. Así, Palma se convierte en un destino ideal para disfrutar de una escapada urbana navideña.
Entre belenes anda el juego
Tanto por ser una tradición de siglos como por tratarse de un gran atractivo turístico, la Ruta de los Belenes de Palma constituye una visita obligada para todos aquellos que viajen a la capital balear durante las fiestas navideñas. En muchos centros culturales, conventos, iglesias o incluso en algunos establecimientos se exponen pesebres realizados artesanalmente con una gran variedad de estilos y detalles. Se trata de nacimientos, algunos de ellos históricos, que se reparten por Palma.
Uno de los más famosos es el del Ayuntamiento, más conocido como “Belén de Cort”, que recrea la Palma antigua incorporando las tradicionales figuras del Misterio a sus calles y plazas y que está diseñado por la Asociación de Belenistas de Mallorca. Esta institución también expone otro de los más importantes, el de la iglesia de Sant Antoni Abad, en el barrio de Son Ferriol, que junto con el de la iglesia de Son Roca son los que más tiempo permanecen expuestos, hasta finales de enero.
También son muy conocidos y espectaculares el Belén tradicional mallorquín del centro de cultura Sa Nostra, el del Consell de Mallorca, el del mercado de Santa Catalina, el del Convento de las Capuchinas, el del Palacio March, el de la Iglesia de Santa Magdalena o la de Sant Roc. Aunque se ha ido perdiendo, en algunos de estos belenes perdura una tradición genuinamente mallorquina: esconder un pequeño fraile entre las numerosas figuras navideñas del pesebre.
Por otra parte, espacios como El Corte Inglés de Avenidas en su cuarta planta o el Museo de Historia y Cultura Militar (con banco de alimentos incluido) albergan impresionantes belenes en los que ha calado la tradición y en los que se representan momentos tan señalados como el Canto de la Sibil·la, la llegada de los Reyes Magos o el nacimiento de Cristo. Pero son muchísimos más los lugares que completan esta lista y animan a realizar esta ruta por el Casco Antiguo, la zona marítima y los alrededores de Palma para lograr captar la verdadera esencia de esta tradición mallorquina.
Un canto navideño de origen medieval Patrimonio de la Humanidad
Otro de los must see de la Navidad en Palma es el “Canto de la Sibil·la”, un espectáculo de origen medieval que aún se celebra en muchas localidades mallorquinas pero que se vive más intensamente en templos tan emblemáticos como la imponente Catedral. Declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2010, este acto invade prácticamente todas las iglesias del archipiélago balear el día 24, cuando se celebra la Misa del Gallo, las denominadas “Matines” que conmemoran el nacimiento de Jesús.
Se trata de un canto que simboliza la llegada del Redentor y el juicio final. Es interpretado por una voz angelical ataviada con una capa bordada y una túnica blanca, que se sitúa frente a una espada que permanece suspendida al lado de su rostro durante todo el acto. Sin duda, es un acto solemne que despierta emoción y respeto entre todos los visitantes.
Compras y gastronomía navideña, imperdibles durante las fiestas en la capital balear
Otra de las principales actividades en esta época son las tradicionales compras navideñas. Visitas a los almacenes de Papá Noël y los Reyes Magos que ya son todo un clásico y se han convertido casi en un imperativo durante estas fechas. Así, para estos ávidos buscadores de regalos, Palma cuenta con diferentes mercadillos navideños situados en puntos estratégicos, como la Plaza Mayor, la Rambla, Vía Roma, Plaza España o Plaza de la Porta Pintada.
Asimismo, la capital balear puede presumir de tener una amplia gama de establecimientos emblemáticos donde adquirir productos de calidad y tradición que no dejarán a nadie indiferente, como la tienda gourmet La Pajarita, Alpargatería La Concepción, La Industrial (la juguetería más antigua de Palma), la sombrerería Casa Julià o la Mimbrería Vidal, entre otros muchos. Pero también pueden encontrarse distinguidas tiendas donde disfrutar adquiriendo originales y exclusivos regalos, como Rialto Living (decoración e interiorismo de lo más in), Folklorius (complementos cool de última tendencia) o Jouells Mallorca (joyas de diseño inspiradas en el tradicional botón balear).
Gastronomía
En cuanto a la gastronomía, además del gran número de enclaves históricos de Palma en los que degustar productos tan típicos de esta época como los turrones artesanos, los corazones de San Francisco, las ensaimadas rellenas de mazapán, el “peix” de pasta real, los dulces de coco o las galletas de canela, existe la posibilidad de disfrutar de espléndidos menús de Navidad que ofrecen restaurantes, como el
Quadrat del Hotel San Francesc,
De Tokio a Lima del hotel boutique Can Alomar, el
Fabiola Gastronomic Garden o el
Restaurant Can Marqués, ubicado en el boutique hotel Palacio Can Marqués.