El café es una de las bebidas más consumidas del mundo y un imprescindible para muchos al comienzo de nuestras jornadas, aunque también resulta perfecto a media mañana, después de comer e incluso de merienda. Es muy posible que esta capacidad de adaptación a cualquier momento y circunstancia se deba, entre otras cosas, a que existen incontables maneras de prepararlo. Para celebrar su Día Internacional este 1 de octubre, hablamos con Amanda Mesquita de Levadura Madre Organic Bakery, quien nos desvela los secretos para conseguir un café verdaderamente estimulante, y con Diana González, de Bendita Locura Coffee & Dreams, donde preparan uno de los mejores capuchinos de Madrid.
Capuchino de Bendita Locura Coffee & Dreams
Para los amantes del café hay muy pocas sensaciones comparables a ese primer sorbo por la mañana. Notar el efecto instantáneo de despertar, la sensación de que nuestros sentidos vuelven a estar alerta, se la debemos en gran medida a la cafeína que contienen los granos. Sin embargo, no todos los preparados tienen los mismos efectos: no es igual tomar un espresso que un café moka o uno de filtro o infusionado. En líneas generales, cuanto más tiempo lleve la preparación del café, más cantidad de cafeína contendrá la mezcla final, pero no sólo depende del tiempo. Una cafetera de filtro necesita alrededor de 5 minutos para su preparación, una cafetera de émbolo o francesa alrededor de 4 y un espresso entre 20 y 30 segundos. Sin embargo un espresso tiene casi el doble de cafeína que un café de filtro debido a la gran concentración de café, mientras que uno elaborado con una cafetera francesa puede variar su contenido modificando los tiempos de infusión. Amanda Mesquita de Levadura Madre asegura que “si bien la forma de prepararlo es fundamental, hay otros muchos factores que debemos tener en cuenta y que por supuesto influyen de forma determinante en la cantidad de cafeína que tenga la bebida. La variedad del café o la intensidad del tostado del grano son algunos de ellos”.
En las etiquetas del envase suele estar indicado el tipo de tostado del grano: ligero, medio o fuerte porque es muy importante para el sabor final del café. A mayor intensidad, más fuerte será el sabor pero, en contra de lo que pudiera parecer, menor cantidad de cafeína. “La cafeína está en el grano, por lo que a medida que se va tostando, va quemándose la cafeína”, afirma Diana González de Bendita Locura Coffee & Dreams. De modo que si queremos despertar más rápido, lo mejor es elegir cafés de granos con un tostado ligero. En cuanto a la variedad de café hay que decir que de los dos tipos más frecuentes, es el considerado de menor calidad, denominado Robusta, el que contiene niveles más elevados de cafeína que el conocido como Arábiga, cuyos granos son más aromáticos e intensos que los del primero, pero significativamente menos estimulantes.
Wake up café, mejor que el despertador
En Levadura Madre preparan, bajo receta propia, el llamado Wake up Café que como su nombre indica, está pensado para todos aquellos que necesitan un chute extra para despertar por las mañanas. “Hacemos una infusión con café, canela en rama, anís estrellado y clavo. Cuando la mezcla ha reposado el tiempo suficiente, le añadimos azúcar panela, que es un azúcar integral de caña con muchas propiedades nutricionales. Lo vertemos sobre unos hielos y le añadimos un golpe de nata, sirope de chocolate y un poco de canela en polvo”, explica Amanda.
“Para preparar nuestro Wake up Café nosotros preferimos infusionar los ingredientes porque este sistema permite que el preparado final quede bien impregnado de todos los aceites y aromas que contiene el grano y además podemos jugar con el tiempo de reposo, por lo que la cantidad de cafeína puede ser más elevada”, añade Amanda. El resultado es una bebida estimulante, perfecta para afrontar la jornada con los cinco sentidos alerta y con un sabor increíble. Si bien el Wake up café es perfecto para despertar, el capuchino que preparan en Bendita Locura es ideal para merendar. Preparado con un extraordinario café de barista, calidad 100% arábiga, lateado con mimo y exprimido en una de las mejores maquinas del mercado: "Dalla Corte", con la que se logra aprovechar al máximo todo el sabor y el aroma del grano. A él se le añade una densa espuma de leche y se espolvorea con un cacao de gran calidad para que de verdad se note su sabor.