Las Islas Cook no son solo un paraíso para la vista sino que también reservan buenas sorpresas para el paladar. Probar suculentas carnes y vegetales frescos cocinados bajo tierra, amanecer con un fantástico café local, degustar las maravillosas cervezas artesanales de las islas o cenar en casa de una familia local son solamente algunas de las experiencias que pueden vivirse con los cinco sentidos en las Islas Cook.
El abundante pescado local y la tierna carne de la vecina Nueva Zelanda garantizan excelentes platos, que alcanzan la perfección al ser acompañados de deliciosas frutas, verduras y tubérculos de las fértiles tierras de Rarotonga. ¿La mejor forma de cocinarlos? En un horno nell'umukai, un agujero en la tierra con piedras calientes en el fondo en el que se entierra la comida según la antigua tradición maorí, de tal forma que los alimentos se asan envueltos en hojas de plátano conservando todo su sabor y alcanzando la textura perfecta.
La isla de Atiu es referente para los amantes del buen café, pues cuenta con una atractiva oferta de café arábica, de cultivo orgánico y recogido y secado a mano en la isla. Además de degustarlo, es posible vivir la experiencia completa y visitar una de las plantaciones locales de café.
Otra de las bebidas que merece la pena probar en Atiu, son las cervezas artesanas al estilo isleño que se encuentran en los tumunu o clubes de cerveza local. El tumunu, que significa “tronco de cocotero”, es una tradición centenaria según la cual el pueblo se reúne para hablar de acontecimientos locales mientras bebe su deliciosa cerveza casera y afrutada que se almacena en barriles fabricados con troncos de cocotero. Se trata de una cerveza fuerte y con cuerpo que se consume acompañada de música, oraciones y discursos cortos de cada participante.
Para los que quieren vivir una experiencia auténtica al más puro estilo de las Islas Cook, es posible cenar con una familia local y probar de primera mano la cocina tradicional gracias a la hospitalidad de sus habitantes. Es lo que se conoce como "Progressive Dinner", un recorrido de cerca de tres horas que permite conocer a los lugareños, aprender sus costumbres y disfrutar de una auténtica comida casera. Una furgoneta lleva a los comensales de casa en casa para paladear todo tipo de platos acompañados de un buen vino.