Javier Brichetto y Jonatan Armengol se han proclamado ganadores de ‘Cocineros al Volante’, que emitía TVE. Tras nueve semanas, la caravana de La Vermuneta se proclamó como “El mejor Food Truck de España”, lo que supone llevarse un cheque por valor de 25.000 euros y el Curso de Gestión de Establecimientos de Hostelería, que concede la Escuela de Hostelería Gambrinus.
¿Cómo os metisteis en este invento?
Javier: -Somos amigos de hace mucho tiempo, Jonatan es periodista gastronómico y yo soy cocinero, surgió la posibilidad de participar en el programa y para nosotros y principalmente para mí era toda una aventura cocinar con Jonatan y en un principio era para ver hasta donde podríamos llegar en la competición, porque nosotros cocinábamos juntos en un ambiente mucho más relajado, en el restaurante sin ningún tipo de presión, digamos que cocinamos para nosotros, para los amigos, y en el programa son pruebas con límite de tiempo, por lo tanto ese era nuestro hándicap, nuestra prueba más dura a superar, él está en el sector, yo soy cocinero, digamos que las pruebas de gastronomía podíamos superarlas…
¿Quién cocina mejor de los dos?
Jonatan: -Javier, luego el perro (Jazz) y luego yo…
El perro es tu compañero inseparable.
“Es parte de mí…”
Y tú, Jonatan, ¿cómo te atreviste con esta aventura?
-Pues porque era un reto muy divertido, a mí siempre me gusto cocinar y me parecía muy interesante ponerme en la piel de un cocinero, cuando lo lógico es que yo fuese jurado, es como haber invertido los papeles, entonces era una aventura durante mes y medio, además si perdía no pasaba nada…
Lleváis dos años cocinando juntos, ¿qué os gusta más innovar en la cocina o la cocina tradicional?
Jonatan: -Depende del día, sobretodo nos gusta la cocina fusión, coger un poco de acá y un poco de allá y ver qué pasa, depende los ingredientes con que nos apetezca cocinar ese día o del plato que queramos cocinar… además como ahí no hay jurado… nos atrevemos con todo…
Javier: -Nos inclinamos por la cocina fusión porque es la que te permite buscar sabores sobretodo productos nuevos exóticos y te permite jugar con ellos, innovar en ese sentido.
¿Qué productos utilizáis más?
Javier: -En realidad nos gusta utilizar, como el restaurante es…
Perdona el restaurante donde está situado…
-El restaurante está en Toledo y nos dedicamos a la cocina fusión y trabajo mucho el pescado, poca carne, trabajamos principalmente con pescado, por ejemplo Jonatan se pone a limpiar…”
Jonatan: -Salmones…
Javier: -Lo que cuenta siempre es que cuando cocinas y te piden salmón él tiene siempre el salmón limpio, porque en el restaurante los compramos enteros, Jony lo limpia, lo despina, que eso es una parte importante en un proceso de cocina.
¿Cómo puedes tú, Jonatan, orientarte en la cocina?
-Pues igual que por la calle, lo de no ver y pensar que no te puedes orientar es algo que debería ser una forma de pensar de hace dos siglos, en estos momentos una persona ciega igual que va por la calle con un iPhone, con un GPS o que contesta correos electrónicos, lo de saber si una chica es guapa o no es un poco más difícil porque para eso habría que tocar, pero es lo mismo, en una cocina es labor de orientación espacial, vosotros veis y yo tengo otro tipo de percepciones y en una cocina es más fácil porque el campo y el espacio es más organizado, es una cuestión de orden y de organización y Javier era una de las cosas que tuvo claras desde el minuto cero, tuvo que , Javier es un chef ultradisciplinado, pero creo que si algo ha aprendido, aparte de que no quiere cocinar más conmigo es la disciplina, los cuchillos se dejan con la hoja hacia abajo, que si pones un cuchillo a la izquierda no lo puedes cambiar a la derecha, por ejemplo la forma de trabajo que teníamos, debajo del mostrador había dos zonas de ideas, la mitad de la izquierda era suya y la de la derecha mía, nunca tenía que poner algo en mi zona porque mi zona la tenía controlada y yo nunca metía mis manos en la suya para evitar accidentes, es mucho más imple de lo que parece, cuando no ves estás acostumbrado a no ver, no es tan difícil como pueda parecer.
¿El siguiente paso cuál es?
Jonatan: -La estrella Michelin para Javier que se la merece, es una buena opción…
Javier: -Bueno, estos últimos años he tenido muchas alegrías porque he recibido varios concursos de gastronomía y mi próximo sueño es ir a por la estrella Michelin, es complicado y es un proceso largo, pero voy a trabajar en ese sueño y esa meta…
¿Con tu restaurante?
-No con el que tengo ahora, sino con otro que tiene que estar especialmente preparado y estoy preparando un restaurante para eso.
Y la de Jonatan.
-Sigo con mi trabajo, sigo como asesor de marketing y de imagen de empresas…
Porque eres periodista gastronómico...
-Sí, mi gran reto ha sido conseguir meter una marca de vermut en TVE porque era cliente de mi agencia y al final la conseguí meter y creo que ese gol se marca pocas veces y mi siguiente reto será seguir divirtiéndome con mi trabajo y bueno, quién sabe, a lo mejor acabo de jurado en televisión o acabo pidiendo y cantando en la puerta del metro y me tiran monedas para que me calle, nunca se sabe. El reto es seguir divirtiéndome todos los días que es lo que más me gusta…
¿Para qué os ha servido la televisión?
Javier: -Creo que la televisión sirve para que te conozcan el gran público, a nosotros nos conocen nuestro sector de gastronomía y este programa nos ha servido para que nos conozca el gran público, no el público de nuestro sector sino el público que consume este tipo de programas.
Jonatan: -En mi caso, lo que perseguía principalmente era que la gente viera que por mucho que uno sea ciego o tenga cualquier otra discapacidad, es una persona normal, puede ser borde o gruñón pero realmente puedes ser uno más y hasta se puede ganar, y eso no estaba previsto, aunque sabía que yendo con Javier tenía puntos y al final lo conseguí.
Ahora televisión supone la fama…
Jonatan: -Pero es una fama efímera y eso dura lo que dura…
¿Supone cambiar la manera de trabajar?
Jonatan: -No, para nada, seguimos siendo los mismos, seguimos levantándonos a la misma hora, seguimos pagando las nóminas de nuestros empleados y seguimos con la misma mujer de momento.
Ser chef es muy duro.
Javier: -Muy duro, hoy lo veníamos hablando, la cocina hoy está de moda y todo el mundo quiere ser cocinero, quiere ser chef, pero la realidad es que cuando te metes en la cocina doce horas, mientras trabajas el resto de la gente se divierte, no hay testigos…
Jonatan: -Trabajas cuando el resto se divierte y hay otra parte, que en el programa no se ha visto, pero cuando terminabas de grabar tenías que limpiar el foodtruck, tenías que lavar los cacharros y eso no lo hacía nadie y eso también es parte del trabajo de alguien que está en una cocina.
De todo lo que habéis recorrido, ¿qué zona os ha gustado más?
Jonatan: -España.
Me refiero gastronómicamente…
-España, nos gusta todo.
Javier: -Si, a mí me pasa lo mismo. Hemos disfrutado de cada destino porque cada destino tenía particularmente unos productos que los cocinábamos, comer mal en España es muy difícil.
¿Y dónde se cocina mejor?
Jonatan: -En un food truck como la Vermuneta.
Javier: -Te vuelvo a repetir lo mismo… El norte tiene sus productos y su forma, el sur lo mismo, la verdad es muy difícil contestar a esa pregunta.
¿Y cuando no cocináis, mejor cuando os vais de vacaciones, vais a ver cocina, por decirlo de algún modo?
Jonatan: -Es una deformación profesional. No es que vayas a ver cocina, pero cuando viajas, vives la cocina, pruebas todo, preguntas todo, vuelves con la maleta cargada de ingredientes…
¿Y la crítica también cuando estás de vacaciones?
-Es inherente. Lo malo de ser crítico no es que critiques, es que sabes lo que buscas, sabes lo que quieres, entonces no puedes desconectar, tu cerebro ya está configurado, mi propia pareja, que es ingeniero industrial, que no tiene nada que ver con esto, desde que está conmigo dice que ya no puede ir a muchos sitios porque no disfruta.
Y Javier, disfrutas con la cocina fuera o eres tan crítico como él.
-A mí me gusta muchísimo, y mi mujer se pone mal, porque cuando vamos de vacaciones me es muy difícil comer algo, no es una crítica, la forma en que nosotros los cocineros comemos, evaluamos si está bien cocinado o no, se nos hace muy difícil comer…
Es muy difícil quitarse eso de la cabeza...
-Está claro, porque sí que es verdad que a veces hacer algo tan simple como una ensalada o un atún a la plancha es difícil encontrar que lo hagan bien, entonces tú ves el producto y piensas con lo fácil que es cocinar este producto bien y está hecho tan mal… Sufro un poco en algunos sitios…
Y nos despedimos de los “cocineros ganadores al volante”, Jonatan con su vitalidad y enorme sentido del humor, con su inseparable Jazz, un labrador negro, que ha escuchado tranquilamente toda nuestra charla sin un solo gruñido ni una sola queja, y Javier, más en su papel de profesional serio y responsable, que se queda con su sueño de conseguir la primera estrella Michelin…
Suerte y hasta la siguiente…