Con festivales esparcidos por toda la ciudad de Salvador y una mezcla de ritmos raros, el evento atrae a miles de personas a las calles, especialmente atrás de los tríos eléctricos o simplemente para ver los desfiles de los bloques tradicionales.
Durante el Carnaval, los espectadores pueden disfrutar de los famosos tríos eléctricos, carros con amplificadores de sonido que sirven de escenario ambulante y que recorren tres circuitos oficiales: Circuito Batatinha, que tiene como camarotes principales las plazas Municipal y de la Sé, donde bandas recorren el camino del “Pelô”, tocando antiguas marchas y seguidos por una multitud. El Circuito Dodô, une las playas de la Barra y Ondina, en una distancia aproximada de 4 km. Por último el Circuito Osmar, la ruta más antigua, donde desfilan los bloques más tradicionales del evento en un trayecto de 6 km que atraviesa el centro.
Creado en 1950 por los músicos Adolfo Antonio Nascimento, Dodô, y Osmar Álvares de Macedo, Osmar, el primer trío eléctrico fue idealizado en un viejo vehículo Ford 1929 rojo, en el cual se instalaron altoparlantes. Éxito absoluto desde entonces, la creación de los músicos baianos se volvió una tradición después de circular por las calles del centro de la ciudad el domingo de carnaval, tocando frevo y reuniendo a seguidores de toda la ciudad.
El Carnaval de Salvador también cuenta con diversas “entidades carnavalescas”, como los bloques de indios, los bloques de travestidos, los bloques de trío y los bloques infantiles. Cada año, dos millones de personas llenan las calles de la ciudad durante los 6 días de fiesta, reuniendo más de 800.000 turistas que se divierten y disfrutan la alegría en el evento.
Si (
No(
